Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ningún fragor detiene a los jóvenes

La fuerza joven que mueve las maquinarias de los centrales asciende a 6 965 trabajadores en todo el territorio nacional, estando la vanguardia en 423 comités de bases

Autor:

Santiago Jerez Mustelier

Hace casi dos meses estuve en varias provincias de mi entrañable oriente por labores reporteriles. Aquella vez llegué hasta Jesús Menéndez, un municipio intrincado de la geografía tunera. Fue allí, donde el sol curte la piel de quienes guapean con la tierra, que descubrí las bondades y rémoras que crecen en un sembrado de caña de azúcar. Me impresionó ver una combinada, su ritmo de corte, y a tantos rostros jóvenes que enfrentan el trabajo con una disposición pasmosa.

Entonces, fue la primera vez que pisé un central, el Antonio Guiteras en el cercano Puerto Padre. Al olor acariciante que llega del singular malecón norteño, lo contrasta, en el coloso, el fragor intimidante y el tufo nauseabundo, al que cuesta acostumbrarse al principio.

Pero la experiencia en el central terminó siendo extraordinaria, no todos los días se ve gente que aun en difíciles circunstancias y no teniendo las condiciones propicias, echa a andar una mole desnuda de hierro para aportar a la economía, arteria vital en el sostenimiento de un país.

Y es que, como dijera Fidel, no hay un sector que sienta tanto amor a su industria como el azucarero. Esos desvelos y el sentido de pertenencia lo demuestran sus jóvenes con el esfuerzo y la entrega en la producción de azúcar y sus derivados, y en la siembra de caña, que va por las cien hectáreas semanales en el país, según se conoció en un intercambio de la máxima dirección de la UJC con un centenar de militantes vinculados con la industria azucarera, las bases productivas y las empresas de apoyo, como parte de las actividades por el ya próximo aniversario 59 de la organización.

La fuerza joven que mueve las maquinarias de los centrales asciende a 6 965 trabajadores en todo el territorio nacional, estando la vanguardia en 423 comités de bases que, desde las metas de la eficiencia y la productividad, aprovechan la lozanía, la innovación y la ciencia para no detener ningún central.

Cada palabra compartida en el encuentro apuntó a reconocer las debilidades que aún frenan el aporte de 13 provincias a la recuperación cañera, matizadas por el bloqueo y por el deterioro de las instalaciones, piezas y equipos; así como a seguir haciendo mucho más por elevar las producciones; ensalzar las tradiciones y ritos del sector; fortalecer los turnos juveniles; atender e incentivar a los recién graduados y adiestrados de las empresas azucareras; y aportar a la revitalización y las producciones en las comunidades agrícolas.

A sembrar caña porque sin ella no habrá un resultado final en ninguno de los procesos productivos, los convocó Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario del Comité Nacional de la UJC, quien luego de reconocerlos, reflexionó, además, sobre la necesidad de aprovechar cada escenario en donde estén los jóvenes, pues su presencia contribuye, ayuda y facilita los procesos en las entidades. «Estamos urgidos de una vanguardia que en los centrales convoque, movilice, contribuya y arrastre con compromiso al resto del universo juvenil.

«Nuestro país está cercado por poderes hegemónicos que quieren truncar la Revolución, por esto tenemos que producir más para sostener y desarrollar la economía y la sociedad». En esa convicción descansa la fragua diaria de quienes convierten en aporte el dulzor de la naturaleza.

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