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Guantánamo.— Unos 50 000 montunos guantanameros disfrutaron, durante más de un mes, las puestas reflexivas de la Cruzada Teatral por las Montañas, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, y renovadora del arte de las tablas en las serranías cubanas.
Activada cada año el 28 de enero en homenaje a José Martí, la Cruzada brindó alrededor de 400 funciones a chicos y adultos de las intrincadas zonas, donde es común que se desarrolle esa iniciativa, decisiva para el movimiento de artistas aficionados en las serranías.
Maribel Reyes, directora del proyecto, explicó a la AIN que los actores llegaron, en esta oportunidad a casi dos centenares de poblados, en parajes de Yateras, Imías, San Antonio del Sur y otros municipios enclavados en el macizo montañoso nororiental Sagua-Baracoa.
Destacó que además de entretener, las obras movieron mucho al análisis en el auditorio al encarnar las principales problemáticas económicas y socio-culturales de las áreas abruptas del país, así como leyendas, tradiciones e idiosincrasia del campesinado.
En esta edición la Cruzada incursionó con nuevos estrenos, incluida una versión de Pinocho, cuento del italiano Carlo Collodi, considerado uno de los libros infantiles más famosos del mundo.
Intervinieron en esta oportunidad las agrupaciones Andante, de Granma; Cimarrón, de Ciudad de La Habana, y Teatro Tuyo, de Las Tunas, mientras por Guantánamo participaron el conjunto dramático Campanario, el Guiñol y una brigada artística del Ejército Juvenil del Trabajo.
