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Una joven desahoga en su diario dolores propios y ajenos mientras cura heridos en el frente vietnamita, hasta que muere asesinada y su testimonio se salva del fuego por un oficial que ordenó: «No quemar».
Dung Dot (No Quemar), él más reciente filme vietnamita sobre la epopeya de liberación nacional, narra cómo la madre de Dang Thuy Tram redescubrió a su hija a través de unas páginas que permanecieron durante 35 años en Estados Unidos.
Historia de profundo humanismo, denuncia y esperanza, esta obra saborea hoy el codiciado Cometa Dorado, tras ser precandidata a los premios de la Academia hollywoodense.
El galardón constituyó un homenaje a Tram y a un pueblo que mira al futuro, pero sin olvidar a sus millones de mártires, cuyo sacrificio conmueve, duele y a la vez inspira.
En total seis galardones se llevó No Quemar: mejor película, efectos sonoros, actriz principal (Minh Huong), dirección artística, popularidad y mejor director (Dang Nhat Minh).
Ganador del Premio Ho Chí Minh de Cine 2007, Nhat Minh ostenta además la honorífica condición de Artista del Pueblo, gracias a un notorio palmarés que incluye lauros en diversos festivales.
A diferencia de su experimentado director, Minh Huong era una editora de televisión sin experiencia como actriz, que al recibir el premio concedió todo el mérito a la heroína que representó.
Difundida en Japón con el título Ayer soñé con la Paz, No Quemar derrotó nuevamente a la otra gran favorita, "Choi Voi" (A la deriva), ganadora del premio de la crítica en el Festival de Venecia.
Ambas realizaciones evidencian el alza cualitativa del cine hecho en Vietnam, que hace apenas dos años se impuso en Fukuoka con El Blanco Vestido de Seda, del director Luu Hynh Luu.
