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GUANTÁNAMO, agosto 4.—Al Hospital Pediátrico Pedro A. Pérez y a la Casa de los Abuelos Santa Catalina, de esta ciudad, se extendieron los recitales de poesía y trova de la XXXIV Jornada Nacional de la Canción Política.
El hecho tuvo especial connotación para los pequeños y adultos mayores ingresados en esas instituciones, quienes pudieron disfrutar del desempeño de consagrados y jóvenes trovadores y escritores del país.
Con el afán de acercar más el arte a todo tipo de público, en los últimos años la cita de la canción comprometida ha salido de sus escenarios habituales y llevado su amor, vestido de voces y guitarra, a las comunidades, entidades culturales y asistenciales de salud, unidades militares y centros penitenciarios.
La iniciativa ha tenido gran acogida y logrado que el pueblo, de diversidad de edades y sexo, disfrute y conozca de la vitalidad de la música trovadoresca, interpretada por creadores de varias partes de la Isla.
El actual capítulo del encuentro se prestigia con la presencia de Sara González, voz imprescindible de la Nueva Trova cubana, quien celebra sus 40 años de vida artística, y ofrecerá dos conciertos en los que no faltarán sus emblemáticos temas, y otros de su más reciente CD, Canto de Mujer.
Comparten también escenario en la Jornada los grupos Querella, de Las Tunas, Felipón, de Santiago de Cuba, Reciclaje, del municipio guantanamero de Baracoa, Josué Oliva y Mario Zamora, trovadores insignias de la provincia anfitriona.
Llegó por vez primera a la región más oriental, para incorporarse al suceso, el trovador Rubildo Abad, conocido como Llanero solitario, quien confesó a la prensa que desde su pequeño radio en Vado del Yeso, Granma, supo del evento y se trasladó en una rastra de vacunos para no perder la oportunidad de participar.
La Jornada de la Canción Política tuvo sus orígenes en 1976, por iniciativa del trovador Lorenzo Cisneros (Topete), quien junto a otros miembros de la Brigada Hermanos Saíz la crearon para homenajear, a través de cánticos revolucionarios, a los mártires caídos en Guantánamo el cuatro de agosto de 1957.
