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Si de documentales se trata…

Son seis las propuestas de factura nacional que están en concurso

Autor:

Lourdes M. Benítez Cereijo

El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano vuelve a acaparar la atención de los amantes del Séptimo Arte. Una amplia muestra de documentales de diversas latitudes podrá ser apreciada en la 35 edición del certamen.

Son seis las propuestas de factura nacional que están en concurso. Del novel director Marcel Beltrán llega la obra Digna Guerra, donde la reconocida directora coral revela viejos secretos, para mostrarnos que «la música la hace digna, pero su vida es una guerra». Esta pieza ganó los premios de mejor documental y director en la muestra de Cine Joven.

A una mágica mirada a la vida de un singular cubano invita El abuelo de Macondo. Nos acerca a la figura de don Virgilio Álvarez, un anciano a punto de cumplir 105 años que todos los días se levanta y recorre a pie el pueblo de Baracoa para afirmar que aún le queda mucho camino por vivir. Su director es el mexicano Hugo Prado Villegas, estudiante del ISA, quien cursó Realización Cinematográfica en las universidades de Nayarit y Guadalajara, y asistió al Taller Internacional de Realización de Documentales en la  Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Eictv).

Encuentro es el título que muestra Azra Jasarevic (Bosnia y Herzegovina, 1987). La joven estudiante de Dirección de la Eictv nos presenta a Joel, un hombre que todas las noches pasea en bicicleta entre las tumbas del cementerio de Güira para hablar con los espíritus. En estos encuentros enfrenta miedos y aspiraciones, resuelve sus problemas de pareja, se desahoga con la madre o se reconcilia con el padre muerto.

La directora francesa Juliette Touin abre las puertas de un hogar materno y en el interior de La Casona vamos al encuentro de Yudi, una chica de 15 años que intenta mantener a distancia la relación disfuncional con el padre de su futura hija. Mientras, la australiana Hiannon Stevens nos describe en La tarea lo que sucede cuando un grupo de jóvenes realizadoras interrumpen la vida de un anciano que trabaja de custodio y las normas de quién mira y quién pregunta se invierten. Este juego va develando un choque generacional que nos plantea diversas interrogantes.

Completa la lista de las propuestas del patio en el género documental Mi amigo Manolo, de la fundadora del cine cubano, editora y realizadora cubana Gloria Argüelles. En 50 minutos se trata de recorrer la extensa e intensa vida político-cultural del cineasta Manuel Pérez Paredes dentro y fuera del Icaic. El realizador relata momentos esenciales de su trayectoria, al tiempo que personalidades de la cultura cubana ponen en evidencia los valores de su obra.

Desde América del Sur

Brasil es otro de los países que compite con una amplia muestra. Una historia de encuentros y desencuentros entre dos hermanas es la que nos muestra Elena, de la directora y actriz Petra Costa. Por su parte, Jards, de Eryk Rocha, nos sumerge en la vida del compositor Jards Macalé. La película celebra el momento de la creación, así como el éxtasis y la soledad del artista que coexisten en una constante imbricación entre el arte y la vida.

Evocaciones, miradas al pasado y redescubrimientos desde la memoria podremos advertir en Los días con él. La directora María Clara Escobar intenta acceder a una época de la historia brasileña mediante su padre Carlos Henrique Escobar, intelectual que fue preso y torturado durante la dictadura militar, y quien guarda silencio desde entonces.

A través de una ventana, una cámara espía la vida cotidiana de un patio interior en una prisión. Observa las rutinas de los presos, quienes juegan al fútbol, practican capoeira, retozan con sus hijos en los días de visita y, principalmente, hablan de libertad. Ese es el tema de Patio, de Aly Muritiba.

San Silvestre, de Lina Chamie, y Soplo, de Marcos Pimentel son los otros dos documentales que integran la selección de obras que provienen del gigante sudamericano.

En tanto, de Argentina nos llega Alejandra, de Ernesto Ardito y Virna Molina —las obras documentales realizadas por ambos obtuvieron 30 premios internacionales y fueron exhibidas en más de cien festivales—, que narra la vida de la poetisa argentina Alejandra Pizarnik, quien se suicidó en 1972, a los 36 años.

Indaga en los principales conflictos que fueron dejando una profunda marca en su obra, bajo el contexto de ruptura y vanguardia de los años 60 y 70. El documental sumerge al espectador en el universo interno de Alejandra para comprenderla desde su núcleo creativo y humano. Sus diarios personales, cartas, poemas, el relato de amigos y familiares arrojan pistas sobre el misterioso camino que la llevó a la autodestrucción.

Alejandra Grinschpun propone Años de calle, obra con la cual asistimos a tres momentos en la vida de un grupo de niños que vivían en la calle en 1999 y que fueron filmados entre ese año y el 2011.

Otros países se suman también con interesantes producciones: Roque Dalton, fusilemos la noche, de Austria, Cuba y El Salvador. De México se proyectará ABC nunca más, Mi amiga Bety, Quebranto y Purgatorio, un viaje al corazón de la frontera. El otro día y La última estación son las obras que trae Chile, al tiempo que Colombia concursa con La eterna noche de las doce lunas y La Gorgona, historias fugadas.

Fuera de concurso se exhibirán dos obras: El camino de Santiago, Periodismo, Cine y Revolución en Cuba, del argentino Fernando Gabriel Krichmar; y Chávez, de Luis O. Castro.

En el primero de los materiales, a través de la vida y obra de Santiago Álvarez, y de su Noticiero Icaic Latinoamericano, se «cuenta la historia de la contrainformación audiovisual dentro de la Revolución», según consta en la sinopsis ofrecida por la web oficial del Festival habanero. Al confrontar a quienes hicieron este «camino» junto a Santiago, como Fernando Pérez y Daniel Díaz Torres, junto a un grupo de jóvenes cineastas, se «filmará» un nuevo Noticiero Icaic en la presente realidad cubana.

El segundo narra la vida pública del mandatario venezolano, desde la rebelión que comandó el 4 de febrero de 1992 hasta su muerte en marzo de 2013. Aborda sus orígenes familiares y profesionales y se muestra el lado humano de un Presidente que rompió esquemas.

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