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Segunda temporada Farándula en El Sótano

Las puertas de El Sótano continuarán abiertas hasta finales de junio para favorecer la segunda temporada de la exitosa pieza teatral dirigida por Jazz Vilá

Autor:

Joel del Río

Las puertas y el escenario de El Sótano se abrieron, y continuarán abiertas hasta finales de junio, para favorecer la segunda temporada de Farándula, exitosa pieza teatral escrita y dirigida por Jazz Vilá.

Luego de incursionar en televisión y teatro, este talentoso joven alcanzó notoriedad internacional gracias al cine (El acompañante, Fátima o El Parque de la Fraternidad, y sobre todo Juan de los Muertos) hasta que creó, en Cuba, la compañía Jazz Vilá Projects, y así trastornó un tanto el ambiente teatral habanero con las muy aplaudidas, y polémicas, Rascacielos, Eclipse y Farándula, en su primera temporada.

Una primera parte de esta conversación con Jazz Vilá tuvo lugar en el festival de cine de Guadalajara, donde él impartía un taller de actuación en el cual participaba Camila Arteche, cuya carrera se inició profesionalmente hace una década, en teatro y televisión (telenovelas Aquí estamos y Playa Leonora, policiacos Tras la huella y U.N.O., musical Bailando en Cuba) hasta que el cine popularizó su imagen más allá de nuestras fronteras con El acompañante, Bailando con Margot o Sergio y Serguei.

Antes de convertirse en actriz-fetiche de Jazz Vilá en las puestas de Rascacielos, Eclipse y Farándula, la Arteche fue dirigida por Carlos Díaz en Noche de Reyes y Sueño de una noche de verano. En Guadalajara supe de la voluntad de ambos por rencontrarse sobre el escenario, y pactamos esta entrevista, a tres voces, a propósito de lo que esta obra significa para ellos.

—¿Conservan la excitación de la primera vez ante esta, la nueva temporada de Farándula?

C.A.: «Siempre hay muchos nervios. A veces, luego de hacer muchas veces una obra, el actor la va “enriqueciendo” tanto, que ponemos más de la cuenta, o pecamos de acomodo. Ahora queremos reinventarnos desde el profundo conocimiento que ya tenemos de los personajes. Fuimos a las raíces, y la excitación es completamente nueva».

J.V.: «Una obra siempre implica nervios y excitación. Digamos que los estados mutan, y la espera de un primer contacto con los espectadores se transforma en la ansiedad por descubrir si están dispuestos a disfrutar con la historia, sus personajes, y asumir el reto de mantener la vitalidad de la obra».

—¿Qué rasgos ostenta Farándula que la distinguen en el contexto del teatro cubano contemporáneo?

J.V.: «La obra posee episodios tan reales como la diversidad de sus personajes, tanta ligereza como la universalidad de sus temáticas, tiene todo lo que un producto destinado a entretener debe poseer para asegurarse por derecho propio un espacio dentro del gusto popular, o una reseña indeleble en la crónica especializada».

C.A.: «Yo creo que Farándula aporta, y mantiene, un espacio de entretenimiento dentro del teatro contemporáneo y la sociedad cubana. Gente que nunca había ido al teatro se queda con ganas de repetir y debatir problemáticas actuales con las que se sienten identificados».

La actriz Camila Arteche y el director Jazz Vilá coinciden en que con la segunda temporada de Farándula los nervios y la excitación se renuevan.Fotos: Cortesía de los entrevistados

—¿Será que el teatro cubano puede nutrirse también de lo frívolo y transitorio? ¿Molestan estas etiquetas que algunos le administran al teatro de Jazz Vilá?

J.V.: «La profundidad o la trascendencia como fórmulas para preservar una elevada cultura pueden ser estrategias tan aniquiladoras como la excesiva asimilación de lo frívolo y transitorio. Los que utilizan estos apelativos para describir mis creaciones demuestran un profundo desconocimiento de la medida en que mis obras buscan sobre todo la comprensión del espectador virgen, o con muy poco conocimiento de los códigos teatrales».

C.A.: «A mí como actriz no me molestan las etiquetas pero tampoco las suministro. Aspiro a interpretar lo que me mueve e interesa, que puede ser frívolo para algunos y profundo para otros. Creo que en el teatro cubano debe haber variedad, y la gente debe defender, y disfrutar, de lo que le parezca atractivo».

—¿Cuál es el público ideal para Farándula? ¿Cuál es el tope de expectativas que puede cumplir un director-actor respecto a una actriz, y viceversa?

C.A.: «Cada noche es ideal y diferente, el público también lo es. Se trata de una experiencia única para cada quien, ahí está la satisfacción del espectador y del actor. Yo no tengo tope de expectativas con un director, yo navego en el proceso de la comunicación. El objetivo es crear, jugar, divertirse, a fin de cuentas estamos haciendo lo que nos gusta».

J.V.: «Los espectadores ideales son aquellos que descubren con Farándula la llave del teatro. Los que regresan porque la obra fue capaz de hacerles olvidar la contingencia, para reflexionar sobre la realidad. Los que traen a otros para compartir su experiencia. Para mí, la expectativa alcanza su límite cuando un actor o actriz es capaz de sorprenderte ofreciendo nuevas dimensiones en la creación de un personaje. Cuando la inteligencia y la entrega, sumadas al talento, invaden el proceso creativo. Es lo que también trato de ofrecer como director a mis actores a través de la libertad y el diálogo constante. Lo demás es cosa del instinto y el filin».

—Independientemente de los talentos personales y las afinidades electivas…, ¿por qué la preferencia de Jazz Vilá por Camila Arteche, y de ella por él?

C.A.: «Jazz es de las pocas personas que conozco, que nunca se sienta a esperar por las oportunidades, él crea posibilidades y espacios de realización, todo el tiempo y sin descanso, no solo para él, sino también para las personas que tiene a su alrededor. Tiene sus objetivos clarísimos, y va a por ellos. Eso me hace sentir una gran admiración, independientemente de que nos une el afecto».

J.V.: «Camila es mi musa, mi confianza como director. Representa la profesionalidad y el talento con los cuales una actriz debe asumir su profesión, y así ha sido desde el primer día que la convoqué. Desde entonces su responsabilidad e inteligencia como artista nos ha unido en una visión, un lenguaje, un sentimiento común de placer por la creación».

A la pregunta final de qué esperaban que les preguntara y no se me ocurrió hacerlo, Camila se desmarcó de la respuesta con el silencio. En cambio, entre risas que le impidieron al entrevistador saber si habla en serio o en broma, Jazz declaraba aguardar por mi pregunta sobre por qué Jazz Vilá Projects es la compañía más exitosa del teatro cubano actual. «Esa pregunta sería una simple excusa para ratificar que no lo digo yo, hablan las estadísticas, y sobre todo el resultado de un trabajo intenso y apasionado de años por mantener vivo el teatro dentro del gusto popular». La segunda temporada de Farándula seguramente confirmará sus aseveraciones.

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