Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Hip, crunch, hip, crunch…

Autor:

Juana Carrasco Martín

Al británico Nick Hess le costó mucho tiempo —y pasar por una serie de análisis, incluidas tres colonoscopías y tres endoscopías—, convencer a su familia de que no era alcohólico. Los estudios lograron determinarse que sus habituales estados de embriaguez los alcanzaba comiendo papitas fritas. ¿Realidad o absurdo? Lo cierto es que el hombre, de 32 años, se emborracha así debido a un síndrome relacionado con la cerveza: su estómago produce demasiada levadura y convierte cualquier carbohidrato en alcohol. Después de comer la deliciosa fritura, el nivel de alcohol de Nick era de 120 miligramos por 100 de sangre, lo mismo que tomar siete tragos de whisky.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.