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Con su «banda» completa, Ciego de Ávila debe ser un tormento para Villa Clara. Foto: Calixto N. Llanes Tras peregrinar desde la tierra de la piña hasta la Ciudad del Che, los «búfalos» avileños, monarcas defensores, retarán hoy y mañana a los «lobos» de Villa Clara, en la continuación del Torneo Nacional de Ascenso de baloncesto masculino.
Ambos equipos llegan al duelo en posiciones casi opuestas. A saber, Ciego de Ávila ha ido recuperando poco a poco a toda su «banda» y ya el pasado fin de semana alcanzó a Camagüey (descansa ahora) en la cima de la zona central, ambos con 16 éxitos y solo cuatro fracasos.
Los villaclareños suman 12 sonrisas y seis descalabros, por lo que no pueden perder ni un juego más si quieren conservar sus remotas posibilidades de colarse entre los dos primeros equipos de la llave, y avanzar a la próxima Liga Superior. Así, Andy Boffill, el mejor anotador de la región (507 puntos, 28.17 por partido), será figura clave .
Además, Sancti Spíritus (2-18) y Cienfuegos (2-16) pelearán en el Yayabo por la permuta del sótano.
Entretanto, en Occidente habrá cielo despejado pues descansará el puntero Capitalinos (17-2) y el sublíder, Matanzas (14-5), visitará al desmejorado Pinar del Río (4-14). Si algún atractivo tendrá este último duelo, será el de ver en acción a los tres mejores tiradores del oeste: los yumurinos Allens Jemmott (528 unidades, 27.79 por cada salida) y Danys Torriente (390-20.53), y el pinareño Ruslán Díaz (391-24.44).
En el otro desafío del grupo, Metropolitanos (5-13) recibirá a La Habana (7-13).
Y por las calientes tierras orientales, Las Tunas (0-20), el único conjunto que a estas alturas no ha saboreado las mieles del triunfo, será anfitrión de Granma (8-10). A su vez, Santiago de Cuba (15-5) hospedará de nuevo a los «trotamundos» holguineros (7-11). Así, además de apoyar a su equipo, la afición indómita podrá presenciar las habilidades del visitante Henry Simón (476 cartones, 26.44 por juego), el gran cañonero del segmento.
Los «cometas» del Guaso, líderes con 18-2, se tomarán esta vez un merecido descanso.
