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El capitalino Idel Torrientes (a la derecha) puede tener un rival de cuidado en el tope de hoy. Foto: Franklin Reyes. Esta tarde, cuando concluya el encendido duelo entre pinareños y capitalinos en la sala Kid Chocolate, aquellos que seguimos los destinos del boxeo cubano pudiéramos percibir con alguna claridad hacia dónde se dirige la fase final del presente Campeonato Nacional de boxeo por equipos.
Con una ventaja de 33 unidades llegan los vueltabajeros —líderes de occidente— al crucial choque, y por lo visto hasta el momento, la preferencia por los anfitriones no parece suficiente para remontar tal distancia, a menos que realicen dos faenas arrolladoras sobre el encerado.
Cualquier análisis que se haga de este enfrentamiento tiene que sopesar obligatoriamente el historial de sus protagonistas. Y en ese sentido, los dueños de casa salen mejor parados.
Cinco capitalinos fueron las principales figuras de su división durante este año, y nos defendieron con fortuna durante los pasados Juegos Panamericanos. ¿Les alcanzará este dato para asegurar el triunfo?
En la esquina opuesta tendrán un elenco que ha demostrado calidad en lo que va de torneo, pero que asume ahora una prueba con mayores rigores.
Según el criterio del colega Glauber García, quien se ha encargado de reseñar las actuaciones pinareñas en el periódico Guerrillero, los más occidentales han hecho de la buena preparación física una de sus mejores armas, además de contar en sus filas con algunos hombres de probado calibre.
Hasta el momento, nombres como los del ligero Rosniel Iglesias, el mosca Andry Laffita, o el gallo Ariel Maturel —por solo citar tres de sus pilares— se inscriben entre los invictos y más ganadores del certamen, y deberán ser protagonistas del tope.
Sin dudas, será todo un privilegio presenciar un cartel que promete emociones de principio a fin. Hasta ahora, los estrategas citadinos han alternado sus exponentes en varias divisiones para priorizar el desarrollo de sus jóvenes figuras, y quizá por ello hayan dejado escapar muchos de los puntos que establecen la actual diferencia. Pero con el liderazgo, la sede finalista, y algo de orgullo en juego, es muy probable que «echen mano» a sus consagrados para encarar la trascendental batalla.
Así, en la división minimosca el internacional capitalino Yampier Hernández debe asumir el reto de Olandy Regalado, quien se ha mostrado imbatible en sus seis anteriores presentaciones. En los 51 kilogramos la experiencia del pinareño Laffita pudiera sobresalir ante el empuje de Alexei Collado, mientras que en la categoría gallo el pinareño Maturel, airoso en sus ocho peleas anteriores, sería favorito frente a Rancel Pedroso, quien ha cubierto ese peso para los capitalinos.
Igualmente interesantes deben resultar los pleitos en las divisiones pluma y ligera. En la primera, el campeón continental Idel Torriente deberá enfrentar con cuidado al vueltabajero Lorenzo Sotomayor, también invicto en sus seis incursiones. En la otra el pronóstico es más reservado, pues el anfitrión Luis Franco, ex miembro de la preselección nacional, cruzará guantes con el subcampeón nacional Rosniel Iglesias, otro de los «intransitables» en sus ocho ascensos al ring.
Como si esto fuera poco, el duelo en los 75 kilos entre el local Emilio Correa y William Ordaz promete ser atractivo, al igual que la pelea en la división crucero, en la que sale con mejores opciones el capitalino Osmay Acosta, campeón panamericano, siempre y cuando no menosprecie las capacidades de Yuniesky González.
Como «postre» del programa estará reservada otra saga del combate entre Michel López y Robert Alfonso, los supercompletos que han pugnado en los últimos tiempos por trascender en esa división.
Aunque mañana se reeditará el enfrentamiento entre estos equipos, los resultados de hoy pueden ser definitorios. Sobre el cuadrilátero se dirá la última palabra.
Al cierre de esta edición, el resto de los equipos iniciaba la quinta ronda del torneo, la cual concluirá mañana con acción en siete escenarios del país.
