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Equipo de béisbol juvenil de Cuba, que obtuvo medalla de bronce en el XXIII Campeonato Mundial, celebrado en la ciudad de Edmonton, Canadá. Foto: Oriol de la Cruz Atencio/AIN «Ustedes son, con esta proeza enorme, la inspiración para todo un pueblo heroico como el nuestro». Un cuadro con esa frase de Fidel, y una foto suya, fue el regalo que recibieron, a su llegada a la patria, cada uno de los valerosos integrantes del equipo Cuba juvenil de béisbol, ganadores de la medalla de bronce en el recién finalizado XXIII Campeonato Mundial.
«Les traigo un saludo de Fidel y de Raúl», les había dicho minutos antes a los peloteros, al pie de la escalerilla del avión que los trajo de Canadá, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido, Esteban Lazo Hernández.
Anay Tejeda, recién titulada recordista nacional de los 100 metros con vallas y miembro del equipo de atletismo a los Juegos de Beijing 2008, leyó un mensaje de saludo de la delegación olímpica cubana a los beisbolistas de 17-18 años.
Aledmis Díaz Serrano, capitán de los medallistas de bronce, en palabras para todo el pueblo cubano, afirmó entonces que «hoy estamos aquí, con la frente bien alta, los verdaderos hijos de la patria», y reciprocó la felicitación de los peloteros a nuestra embajada olímpica.
«Ustedes demostraron que a esta tierra rebelde no se le puede comprar ni con todo el oro del mundo, porque jamás se ha puesto de rodillas», dijo, por su parte, Roilán Rodríguez Barbán, miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Casi al concluir el acto, Esteban Lombillo, director del equipo juvenil, le pidió a Esteban Lazo, en nombre de los jugadores y de toda la delegación cubana al Mundial de Canadá, que le hiciera llegar la Copa del tercer lugar «a nuestro Comandante en Jefe, Fidel, por su apoyo constante y por ser el mejor manager que hay en estos momentos.»
«Le haré llegar no solo la Copa, también el sentimiento de dignidad, de firmeza y de alegría con que ustedes bajaron de ese avión», concluyó Lazo.
