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El estadio se pintó de verde con con el triunfo pinareño. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
PINAR DEL RÍO.— El jovencito Julio Alfredo Martínez lanzó el juego de su vida y Pinar del Río venció anoche a Cienfuegos, siete carreras por una, para irse delante en la semifinal beisbolera de Occidente. Hoy será el cuarto juego entre ambos equipos y todo el mundo espera otra victoria en esta ciudad.
Alfonso Urquiola se la jugó con Julio Alfredo y el muchacho cumplió. Trabajó ocho entradas sin nervios, a estadio lleno, y apenas perdió la lechada por el jonrón de Erisbel Arruebarruena. El derecho Jesús Guerra cerró el noveno capítulo a ritmo de conga.
Mientras, los bateadores pinareños volvieron a explotar al zurdo Norberto González, quien fue aguantado en el box contra viento y marea, aunque se veía claramente que no era su noche. Esta vez respondió la tanda de abajo, pues Luis Alberto Valdés y Reinier León conectaron jonrones importantes.
Ahora todo pinta para Pinar, que tiene listo hoy al derecho Yosvani Torres. En cambio, Cienfuegos debe jugar a la ruleta rusa. De momento, los elefantes han caído en una telaraña.
Rebelión en Bayamo
También este sábado, Granma sacudió 14-6 a Ciego de Ávila en Bayamo y tomó la delantera en el Oriente.
De nuevo especuló demasiado el mentor avileño Roger Machado, quien colocó como abridor al derecho Pedro Echemendía, a pesar de que Maikel Folch y Yander Guevara estaban listos para lanzar. El muchacho sorteó la primera entrada, pero explotó ruidosamente en el segundo capítulo.
Ahí los alazanes marcaron nueve carreras y descontaron las tres rayas iniciales de los avileños. Yoenis Céspedes pegó un jonrón con las bases llenas y le puso la tapa al pomo.
Después Ciego logró expulsar del box a Lázaro Blanco, pero Alberto Soto entró al rescate y caminó hasta el final sin muchos problemas.
Ahora los tigres tienen un nuevo examen por delante, pues Granma puede liquidar la serie en casa. Veremos con qué carta se vira hoy Roger Machado.
Lo cierto es que las dos semifinales han tomado un rumbo inesperado y los pronósticos se fueron a bolina. ¿O acaso usted sí adivinó?
