Estados Unidos disminuyó la desventaja con respecto a Cuba y ahora aparece en el segundo puesto, seguido por Japón que subió del cuarto al tercer escaño Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:22 pm
Con mucha garra, Cuba venció este sábado 5-3 a Estados Unidos y discutirá la medalla de oro en la Semana Beisbolera de Haarlem, Holanda. Fue un partido trepidante, que se decidió en diez capítulos con la regla de tie break, y donde los criollos remontaron una desventaja de tres carreras en la octava entrada.
De nuevo el manager norteño, Dave Serrano, confió en el derecho Jonathon Crawford, quien dominó a la artillería criolla por cuarta ocasión en 15 días. Pero el hechizo se rompió en el octavo episodio, cuando el propio lanzador cavó su tumba: pelotazo a Rudy y boleto al emergente William Luis, sin outs.
Ahí Serrano trajo a su cerrador, Bobby Wahl, y el muchacho dominó fácilmente a Heredia y Rusney. Sin embargo, después permitió hit de Yulieski, le dio boleto a Cepeda y toleró otro cañonazo de Despaigne que empató el juego a tres carreras.
En el décimo inning llegó la regla IBAF y Víctor Mesa colocó en bases a Guerrero y Heredia. Luego se sacrificó Rusney, Yulieski recibió boleto y Cepeda negoció otro pasaporte gratis que forzó una carrera “de caballito” y puso delante a Cuba. Seguidamente, Despaigne impulsó la quinta raya con fly de sacrificio y abrió el marcador. Todo ello frente al “tirapiedras” Michael Lorenzen, quien vino a lanzar en la novena entrada.
Los norteños desecharon el sacrificio en la conclusión del décimo acto y Serrano puso a batear a sus hombres más importantes. Pero el holguinero Pablo Millán Fernández dominó a Field y Trevino, antes de que el zurdo Darién Núñez sacara el último out frente a Lorenzen, quien sustituyó al cuarto palillo, Michael Conforto.
Parece una locura sacar emergente por el cuarto bate, pero la idea de Serrano fue responder a la táctica cubana del zurdo contra el zurdo. Además, Conforto llevaba de 5-0 en el choque, con tres ponches recibidos.
Ya ve usted, dos muchachos jóvenes sacaron la cara, sin nervios. La moraleja es simple: quien rinde en la Serie Nacional debe recibir confianza.
Pablo Millán y Darién Núñez fueron apenas los últimos lanzadores utilizados por Víctor, pues antes trabajaron Freddy Asiel Álvarez (abrió y caminó hasta el sexto), Norberto González, Yadier Pedroso, Ismel Jiménez y Leandro Martínez.
Por cierto, Leandro sacó un out importante en la novena entrada, pues ponchó a Conforto en una situación comprometida. Ahí tenemos otro acierto de esta planilla: contar con tres zurdos en el staff para tener variantes.
También merece destaque el relevo de Ismel en el octavo capítulo, cuando ponchó a Farmer y dominó a Frazier con las bases llenas. Así colgó un cero de espanto que a la postre fue decisivo.
Veamos cómo batearon los cubanos frente a Estados Unidos: Heredia (4-0), Rusney (3-0, una impulsada), Yulieski (4-1, una impulsada), Cepeda (3-0, una impulsada), Despaigne (4-2, dos impulsadas), Abreu (5-1), Pestano (4-2), Aledmis (1-0) y Arruebarruena (2-0).
También jugaron Rudy (una anotada, pero no tuvo vez oficial al bate), William Luis (una anotada, pero no tuvo vez oficial al bate), Bell (1-0) y Guerrero (1-0).
Puerto Rico sigue invicto
El rival de los cubanos en la final dominical será Puerto Rico, que venció 1-0 a los holandeses en la segunda semifinal.
Los boricuas contaron con gran trabajo del zurdo Luis Cintrón (abrió frente a Cuba) y los relevistas Miguel Mejía y Rabell Rivera. La carrera decisiva llegó en la cuarta entrada, por doble del inicialista Jaime Ortiz y oportuno cañonazo del designado Toño Candelaria.
Fue el único desliz del derecho David Bergman, quien trabajó todo el tiempo por los holandeses.
El juego entre Cuba y Puerto Rico será a las cuatro de la tarde en Haarlem (diez de la mañana en nuestro país). Antes, Holanda y Estados Unidos pelearán por el bronce.