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Regresa a Bayamo torneo de ajedrez Carlos Manuel de Céspedes

Iniciado en 1980 y suspendido en 1998, el Céspedes estuvo entre los tres principales certámenes del país

Autor:

Osviel Castro Medel

BAYAMO, Granma.— Esta ciudad se lo merecía, lo estaba esperando desde hace años, pero por X o Z no llegaba. Finalmente, después de incontables gestiones, retornó... y no solo para el bien de Bayamo, sino de toda Cuba.

Estoy hablando de un emblemático torneo de ajedrez, el Carlos Manuel de Céspedes, que se celebró aquí con la participación de 36 jugadores, divididos en seis grupos.

Tal vez algunos desconozcan que por este evento, iniciado en 1980 y suspendido en 1998, pasaron, entre otros, los Grandes Maestros (GM) cubanos Jesús Nogueiras, Guillermo García, Amador Rodríguez, Reynaldo Vera, Walter Arencibia, Román Hernández y Silvino García (primer GM de la nación). También algunos de otras latitudes como el colombiano Alonso Zapata y los ex soviéticos Alexander N. Panchenko, Gennadi Timoshenko y muchos más del antiguo campo socialista.

El Céspedes estuvo entre los tres principales certámenes domésticos, casi a la misma altura que el Capablanca y representaba una fiesta del intelecto para la localidad y el país; por eso esta reanudación de combates entre reyes, y demás piezas reconforta tanto, más allá del resultado competitivo.

Pero además, vivifica una tradición histórica, pues Bayamo es considerada la ciudad donde primero se jugó oficialmente el ajedrez en Cuba, allá por el año 1518. No resulta un invento de este redactor; en el libro Bayamo y sus cosas, editado en Barcelona (1835), autoría de Antón Ruiz Valdespino, se expone que las principales autoridades de la naciente villa, entre las que se encontraban Manuel Rojas, jefe supremo de Bayamo, y Juan de Escribano, administrador de los bienes de Diego Velázquez, expandieron la práctica de este juego.

Por otro lado, esta liza es un tributo al Padre de la Patria y a varios hombres de aquella generación gloriosa que empezó a fundar una nación.

No pasemos por alto que Perucho Figueredo, Francisco Maceo Osorio, Tristán de Jesús Medina, Francisco Vicente Aguilera, Fernando Figueredo y el Carlos Manuel de Céspedes, lidiaron en los tableros de la sociedad La Filarmónica, antes del estallido independentista.

Y añadamos que el Iniciador estuvo entre los mayores impulsores del juego en Cuba. Fue el primero en traducir del francés al español las 26 reglas primarias del ajedrez, escritas por Louis Charles Mahé de La Bourdonnais. El periódico El Redactor, al publicar esta traducción acompañada de comentarios adicionales de Céspedes, en octubre de 1855, calificó al abogado bayamés como un «temible jugador».

«Jugaba con los distintos opositores al ajedrez y rara vez se permitía perder», escribió su ayudante personal, Fernando Figueredo.

Horas después de haber sido sustituido de su cargo de Presidente de la República en Armas, en octubre de 1873, enfrentó tablero por medio a su «fuerte antagonista» Ramón Pérez Trujillo, el mismo que propuso destituirlo. Y días antes de morir en los montes de San Lorenzo, el 27 de febrero de 1874, el héroe también sostuvo una partida.

Por todo eso, el regreso de este torneo también honra al precursor de los ajedrecistas cubanos. Esta vez la competencia contó con seis maestros FIDE (MF): el santiaguero Liordis Quesada, los locales Yunier Leyva, Yonisbel Rosabal y Harold González, junto a Michel Díaz y Douglas Guerrero, de Las Tunas. Pero cada uno de los otros 30 participantes merece el aplauso por haber ayudado a rescatar el certamen.

Ojalá para 2013, cuando Bayamo cumple 500 años, el Céspedes vuelva a ser, como antes, internacional; o al menos referencia obligada para algunos de nuestros mejores trebejistas.

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