Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Otra corona de tulipanes

Este lunes, Cuba cayó por segunda ocasión ante Holanda en el III Clásico y perdió la posibilidad de acceder a la disputa de medallas

Autor:

Raiko Martín

Tokio.— Lamentablemente esta urbe, en la que a pesar de sus bajas temperaturas nos hemos sentido como en casa, pasó a ser parte de los escenarios más desafortunados para el béisbol cubano. A partir de ahora, su historia recogerá que aquí se cortó, de una forma tan dolorosa como inesperada, el camino del equipo cubano hacia las semifinales del III Clásico Mundial de Béisbol.

Como en casi todos los deportes —para no ser absoluto—, en el béisbol funcionan las probabilidades. Y este lunes ellas insinuaban que el maltrecho equipo de Holanda no estaba en condiciones de someter por segunda vez en una misma semana a la tropa de Víctor Mesa. Pero la realidad terminó siendo sumamente cruel, y como se ha hecho habitual en los últimos tiempos, los «Tulipanes» hirieron de muerte las aspiraciones cubanas de luchar por el cetro del torneo.

No estaban disponibles para el manager de los europeos ni Markwell, ni Coderman, sus dos estrellas del montículo. Además, había perdido a Bernandina por un pelotazo en el juego anterior, y en el transcurso del desafío con los nuestros salieron rumbo a la enfermería Balentien y Decaster. No obstante, siempre tuvieron el viento a su favor.

Si en el duelo entre ambas novenas que inició la segunda fase del torneo ellos ganaron, esta vez se puede decir categóricamente que fueron los cubanos quienes perdieron.

Destacable resultó la actitud del diestro avileño Vladimir García, quien «pidió» la pelota para encargarse de certificar los boletos semifinalistas. Pero esa disposición no fue suficiente para redondear la faena que de él se esperaba.

A pesar de lo tenso e intenso del desafío, en el que ambos elencos se jugaban la supervivencia, resulta cuando menos inconcebible tan alta cifra de errores defensivos y mentales, que terminaron inclinando la balanza a favor del adversario.

Nada mejor para ilustrar, que la parte baja del cuarto episodio, cuando los holandeses sumaron par de anotaciones sin conectar apenas un hit. Hasta las «barbaridades» terminaban favoreciendo a los dirigidos por Meulens, como cuando Sams llegó quieto a tercera base con un roletazo al campo corto de Oduber. Eso costó, y mucho.

No obstante, el equipo cubano tuvo el mérito de responder a cada uno de los ataques «enemigos», primero ante el abridor Intema, y luego contra Martis. Tampoco Boyd tuvo suerte como rescatista, pues Yasmani Tomás le conectó lo que pudo ser el batazo del partido, una línea al jardín derecho que rompió el abrazo a cuatro que había en el pizarrón.

Mientras, el zurdo Norberto González iba fundiendo la obra de su vida hasta que, a falta de cuatro out de enrumbar hacia la semifinal norteña, se equivocó con Simmons y este le despachó el cuadrangular que marcó el principio de nuestro fin. Y a nivel psicológico, el mazazo fue letal.

Solo así se entiende el nefasto corrido de base que, junto a los fallos de Cepeda y Abreu con la ventaja en la antesala y un out, impidió el contraataque. O que en el cierre Yulieski volviera a fallar, esta vez guante en mano, para que se embasara el hombre que a la postre anotó la sentencia.

Con la anotación de Andruw Jones, que no pudieron evitar Yander Guevara, Raicel Iglesias y Diosdani Castillo, la tragedia se hizo presente sobre el diamante del Tokyo Dome. Sin demeritar la actuación de los vencedores, hay que reconocer que entre los nervios y la falta de concentración se escapó lo que pudo ser una actuación memorable.

«Nos vamos contentos por la impresión dejada, pero no felices», declaró Víctor Mesa a la prensa tras el varapalo sufrido por sus discípulos. Asumió completamente la responsabilidad de lo sucedido, y expresó que el momento se debería aprovechar para que todos los que tienen que ver con el béisbol cubano reflexionen sobre la importancia de jugar al máximo nivel como necesidad imprescindible para elevar el nivel de nuestros jugadores.

«Sabemos que hay tristeza en nuestras familias, en Cuba entera, donde la pelota se siente con pasión. Lamentablemente, no pudimos completar el trabajo», agregó.

Este martes, holandeses y anfitriones, con presencia asegurada entre los cuatro «grandes» del torneo, medirán fuerzas para definir el ordenamiento con el que avanzarán a semifinales.

Del otro lado

Poco antes del desliz cubano en Tokio, se terminó de definir el cuadro de candidatos que completarán la segunda ronda del III Clásico Mundial. El más reciente pasajero fue el elenco de Estados Unidos, cuya capacidad de reacción le permitió remontar a sus vecinos de Canadá, para dejarlos fuera del convite.

Así, los estadounidenses avanzaron desde el grupo D, que ya tenía a la sorprendente Italia entre los agraciados que se «cruzarán» con República Dominicana y Puerto Rico, los mejores de la llave C. Los quisqueyanos se adueñaron de la mejor posición al aventajar a los anfitriones boricuas, mientras que Venezuela evitó irse en blanco al imponerse a la selección que representa a España.

ESTADIO TOKYO DOME
C H E
CUBA 0
0
0
2
2
0
0
2
0
-
6
12
2
NED 0
0
2
2
0
0
0
2
1
-
7
12
0
Ganó: V. Mil (1-0) Perdió: Y. Guevara (0-1) HR: J. D. Abreu, A. Simmons

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