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La fiesta recién comienza, pero los cubanos tenemos fama de andar siempre celebrando —incluso por adelantado y aunque no haya cerveza ni reguetón en la tarima—. Dos medallas incitan a la pachanga en el mismísimo altar de un monasterio budista… no es para menos, y en la Mayor de las Antillas por cosas más triviales le sacamos música a una lata y bailamos hasta con Chopin. Esta VIII edición de la cita cumbre del deporte rey para menores de 18 años comenzó a rendir frutos, pues un par de nuestros cuatro aspirantes al podio el jueves cumplieron su objetivo, durante la segunda fecha del certamen organizado en Donetsk, Ucrania.
Yulenmis Aguilar no defraudó jabalina en mano, y logró clavar el implemento 59,94 metros campo adentro. Plata y envío cumbre en su currículo. La australiana Mackenzie Little se colgó el oro con plusmarca para la competición (61,47), mientras que la letona Anete Kocina (54,26) negociaba el bronce.
Resultó una batalla cuasi épica, nada de blandenguerías ni juegos con «cuquitas». Les cuento que en la quinta ronda Aguilar subió la parada con el jabalinazo que a la postre le dio el subtítulo, pero la niña de Oceanía superó apenas segundos después ese 57,29 logrado en el primer intento, y ahí la cosa se puso fea.
Otra vez el hectómetro provocó revolturas y gritería con una carrera escalofriante, en la que el cubanito Reynier Mena logró la presea de bronce al detener los relojes en 10,37 segundos (tope personal). Youxue Mo, de China, y el británico Ojie Edoburun por poco se despellejan para separarse, pues el pegamento que se untaron solo pudo ser disuelto en fotofinish. En definitiva el idéntico crono de 10,35 que ambos registraron le guiñó un ojo al muchacho de la Gran Muralla.
Volando sobre los 100 metros entre vallas sobresalió la jamaicana Yanique Thompson, quien firmó nuevo récord universal en su categoría (12,94 segundos). Las estadounidenses Dior Hall (13,01) y Mikiah Brisco (13,29) intentaron seguirla, pero la antillana mostró una «musculatura» intimidante —acúsenme de machista, pero no hablo de belleza porque con silicona y extensiones no se gana en el deporte.
En esta prueba Stephanie Amador no pudo acceder a la lucha definitiva, al concluir tercera en la segunda serie semifinalista (13,66).
Afortunadamente, Roger Iribarne cronometró 13,92 segundos en los 110 metros con vallas y mantiene vivas las esperanzas de Cuba en una especialidad que tradicionalmente nos llena el corazón de lauros y gloria. Fue el segundo tiempo más descollante entre los 48 inscritos, y claro, lo mejor de su heat eliminatorio. Al parecer caminó sin apuros, ya que su «techo» se yergue sobre sólidas columnas (13,33 para liderar el ranking del año y puesto 12 en el escalafón histórico).
En tanto, el octatlonista Santiago Ford no pudo hacer valer su condición de mandamás del listado en la presente campaña (6392 rayas), cerrando la puerta ucraniana en el séptimo escaño, merced a 6006 unidades. Dominó el noruego Karsten Warholm (6451), seguido del ruso Feliks Shestopalov (6260) y el checo Jan Dolezal (6222).
Hoy Mena probará suerte en los 200 metros planos, Iribarne buscará acceder a la discusión de medallas y Jersy Díaz incursionará en el heptatlón. También verá por vez primera la arena del RSK Olympiyskiy el triplista Lázaro Martínez, dueño de un salto de 16,53 metros que lo sitúa en la punta del top ten del año. Veremos si puede superar la cota cubana de la categoría en poder de Yoelbi Quesada (16,68), segundo mejor ubicado en el escalafón de todos los tiempos, solo por detrás del chino Junjie Gu (16,89-16,81 y 16,73). Tradición y fuerza en esta prueba les sobra a nuestros representantes, ¿verdad?
Ahora Cuba descansa en el sexto lugar de la tabla de puntuación (15). Encabezan este apartado Estados Unidos (46), Alemania (40), China (36), Rusia (27) y Jamaica (20). En el medallero anclamos en el décimo cojín. China (2-1-1), Estados Unidos (1-2-3) y Alemania (1-2-0) ocupan la cima.
