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Los puños del campeón mundial Julio César La Cruz (81 kg, derecha) serán vitales en el desempeño de la franquicia cubana. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:37 pm
Eliminación del protector de cabeza, retorno a la votación de los jueces mediante las boletas, e inclusión de Cuba en la Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés), con presencia de pugilistas profesionales. Estos son algunos de los confetis de la actual «piñata» del festín boxístico, del cual disfruta por estos días la gran mayoría de nuestra afición.
Este abanico de novedades para los cubanos amantes de los cruces de guantes, ya viene reportando sus frutos. El boxeo recupera paulatinamente su prestigio como segundo deporte en esta beisbolera Isla, donde es el máximo dueño de títulos olímpicos. De golpe y porrazo, ya las peleas no se detienen para amarrar una cabecera, ni hay púgil que se dedique a correr por el ring en el tercer asalto, sin tirar un golpe e invitando al bostezo, conocedor de que ya tenía amplia ventaja en los dos primeros. Para ganar, hay que intercambiar. Y eso es lo que goza el espectador.
Pero les aseguro que la actual gran «vedette» del boxeo cubano, lo constituye la participación de su franquicia Domadores, en la IV Serie Mundial de Boxeo. Por eso, hoy JR pretende complacer a muchos lectores interesados en una información más detallada de la WSB.
¿Qué trae la WSB?
La particularidad de esta Serie radica en ser un evento en el cual se compite por colectivos, aunque también se premia a los más destacados de cada división. Solo podrán intervenir pugilistas entre 19 y 40 años, y se les permite actuar a figuras con menos de 20 peleas como profesionales.
En la WSB intervienen 12 equipos, divididos en dos grupos. Se combate a cinco asaltos de tres minutos cada uno, sin cabecera ni camiseta y con guantes de diez onzas para boxeadores comprendidos entre las divisiones de 49 a 64 kg, mientras que de 69 a más de 91 kilogramos, se compite con guantes de 12 onzas, más grandes y acolchonados, de ahí que los entrenadores precisan inculcar buena técnica a sus alumnos, para que eviten todo tipo de golpes capaces de provocar heridas.
Además, cada país selecciona el color de esos implementos. No hay esquina roja ni azul, por lo que las franquicias suben al cuadrilátero con la bandera de su país.
También es permisible que los colectivos incluyan a boxeadores de otros países, pero se hace la salvedad de que solo podrán ser dos de una misma nación «invitada». Cuba será la única que lo hará solamente con sus atletas.
Mientras, en el sorteo se define no solo el calendario de cada elenco, sino también las cinco divisiones que cada franquicia acogerá en casa y cuáles afuera en cada uno de los pareos. De igual forma, se da a conocer la división para el desempate (tie break), en caso de que la serie acabe 5-5.
En cuanto a esta IV WSB, que devendrá debut de Cuba, será la primera con acciones en las diez divisiones olímpicas, pues hasta ahora solamente se boxeaba en cinco categorías, totalmente distintas a las tradicionales. Esta nueva medida, elimina la exigencia de variar los pesos de los atletas de un certamen a otro, y favorece la intervención de estos en varios eventos al mismo tiempo.
Ring y jueces
Como ya es conocido, la votación es a través de boletas. Al finalizar cada asalto, los tres jueces le entregan sus respectivas cuartillas al árbitro y este las hace llegar a la mesa de la presidencia. Se otorgan diez puntos como máximo en un asalto.
Aquí también está esclarecido el tema de los golpes bajos. Si el boxeador afectado no se queja y el impacto no era duro ni intencional, el árbitro solo señalará la falta sin interrumpir el asalto. Entretanto, después de un golpe bajo, si el púgil afectado se lamenta por la severidad del impacto, existen varias «interpretaciones». El boxeador será descalificado si dio un golpe premeditado y potente. Además, después de la cuenta de ocho, el árbitro tendrá dos opciones: si al que le pegaron está listo para continuar, le hará una advertencia al ofensor… y el round continuará. Pero si el pugilista es incapaz de continuar, entonces el colegiado le dará tiempo para intentar que se recupere, con un máximo de un minuto y medio. Si después de pasado ese lapso, no puede seguir peleando, su contrario será declarado ganador del combate por nocaut técnico.
Sobre las voces de mando encima del ring, se utilizarán cuatro palabras, dichas en inglés: stop, para detener el combate; box, que indicará a los contendientes que sigan peleando; break, para romper un cuerpo a cuerpo y time, con la cual se pide al cronometrador detener el tiempo de la pelea.
Entretanto, el tercer hombre sobre el ring puede tocar con la mano para detener el combate o para separar a los boxeadores. Además, el púgil pierde el pleito si le hacen tres conteos de protección de ocho en un mismo asalto. Pero no hay límite en la cantidad de cuentas que se aplicará en un combate.
¡Domadores: listos para el combate!
El debut de los Domadores de Cuba será el 15 de noviembre próximo, como visitantes de los Guerreros de México, elenco semifinalista de la pasada edición del torneo.
Los cubanos se enrolarán en el grupo B, en el cual también fueron ubicados los monarcas defensores del Arlans Astaná, de Kazajstán, junto con el equipo Bakú Fires, de Azerbaiján, que alcanzó los cuartos de final el pasado año. Y para mayor porfía, aparece además, el colectivo de Rusia —único sin nombre alusivo— y los Húsares, de Polonia.
Mientras, el grupo A aparece con menor potencial, pues en él cruzarán guantes los Cóndores, de Argentina; el USA Knockouts estadounidense; los Otomans, de Ucrania —subcampeones de 2013—; las Águilas, de Alemania; los argelinos llamados Halcones del Desierto, y el italiano Dolce & Gabbana Trueno.
Ya quedó establecido que en el arranque, Cuba pondrá sobre el ring a sus hombres en las divisiones de 49, 56, 64, 75 y 91 kilogramos.
Según el sistema de competencia, los cuatro mejores equipos de cada segmento, avanzarán a la fase de cuartos de final.
Yo avizoro que nuestros Domadores, a pesar de que son debutantes y del nivel competitivo de sus rivales de grupo, sí tienen aval para acceder a la fase siguiente. ¿Qué me dicen?
