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Robelis Despaigne. Autor: Escambray Publicado: 21/09/2017 | 06:09 pm
En el año 2010 Robelis Despaigne Sauquet ganó el título en el Campeonato Mundial Universitario, celebrado en Vigo, España, y se convirtió así en el primer cubano que alcanzaba una medalla de oro en estos certámenes.
Un año antes, este jovencito de más de dos metros de estatura había sido quinto lugar en el Campeonato Mundial de mayores, en Copenhague, Dinamarca.
Desde entonces se le respetó internacionalmente por su explosividad y buen arsenal técnico, poco común en atletas de los superpesados.
Quienes le conocen lo describen como un muchacho tranquilo, más bien tímido y sin vanidad, pese a sus múltiples títulos, entre ellos el de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y los Centroamericanos y del caribe de Veracruz 2014.
En el área americana no tiene rival, donde se presenta se corona. Aunque en citas mayores ha subido al podio, otra es la melodía. En la Olimpiada de Londres 2012 fue bronceado, al igual que en la pasada cita del orbe en Puebla 2013.
Poco antes de viajar a Rusia, para asistir junto a otros cuatro cubanos al Campeonato Mundial en la ciudad de Cheliabinsk, conversó con JR.
«Hay un refrán que dice que a la tercera va la vencida, veremos si logro coronarme», son sus primeras palabras para este diario.
Más adelante, el santiaguero de 26 años comentó: «Tengo identificado a mis contrarios, los he estudiado y he trazado una estrategia para enfrentarlos».
—¿Cómo fue la preparación?
—Muy buena, le dimos solución a todo. Nos trazamos un plan para esta etapa y todo fue vencido. Vamos bien preparados para el mundial.
—Para ti, ¿el primer asalto es de estudio?
—No, salgo a ganar desde el primero. Busco realizar una acción que sorprenda a mi contrario y sacar ventaja.
—¿Cuáles son tus fortalezas como atleta?
—La perseverancia y la disciplina.
—¿Y desde el punto de vista técnico?
— La anticipación, rápido para mi división y un buen pateo a la zona de la cabeza.
—¿Qué rivales se te hacen más difíciles, los altos o los bajitos?
—Los más bajitos. Son más incómodos. Pero en los entrenamientos, para modelar a estos competidores, hemos rotado con los de 80 kilogramos, quienes también tienen buen nivel aquí en Cuba. Eso me ha dado la posibilidad de chocar con contrarios de baja estatura.
—¿Tener un compañero de equipo como Rafael Alba Castillo, campeón mundial de los 87 kilogramos, qué representa?
—Es muy bueno, gracias a eso ambos hemos elevado el nivel. Esa rivalidad entre nosotros nos ayuda a ser mejores. Ninguno quiere perder y eso nos hace desarrollarnos. Por eso a las competencias internacionales que asistimos siempre quedamos entre los primeros lugares.
—¿En Cheliabinsk será así?
—Vamos a dar la pelea.
Posdata: Con un reducido equipo de cinco atletas llegó Cuba a Rusia. Hace dos años la Mayor de las Antillas ocupó el segundo lugar en la cita mundialista de Puebla, México. Entonces con ocho atletas conquistó dos coronas y tres medallas de bronce.
En está ocasión los resultados están muy distantes de aquella cosecha. Hasta el momento, la bronceada Yania Aguirre (49 kg) y José Ángel Cobas (74) fueron eliminados rápidamente. Yamisel Núñez (53) estuvo muy cerca del podio, pero en cuartos de final la griega Andriana Asprogeraka la derrotó por marcador de 4-5.
Ahora todas las esperanzas caen sobre las piernas del monarca de Pueblo Rafael Alba Castillo (87) y del bronceado Robelis Despaigne Sauquet (+87).
Hoy sábado Alba, quien quedó sembrado en su grupo, debutará con el vencedor del combate entre el noruego Mohammed Elhatriy el jordano Mohammad Imar. En tanto, Robelis abrirá contra el australiano Peter Vassily. Veremos qué pasa.
