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Algo de frío

Es muy pronto para establecer tendencias, pero llama la atención algunos discretos arranques con el madero, tal vez acordes con el inestable ritmo de juego que marca el campeonato

Autor:

Raiko Martín

Nada tiene que ver el título de este texto con el arribo del frente frío al occidente cubano, pues nuestro béisbol anda ahora mismo de gira por el otro extremo de la Isla. Más bien se refiere a un ligero vistazo a las primeras subseries de la segunda fase de la temporada, cuyos desenlaces movieron un poco la tabla de posiciones.

Se sabe que el éxito en el presente tramo está un tanto amarrado a la calidad del refuerzo adquirido por cada equipo. Y este, a su vez, depende en cierta medida de la suerte que hayan tenido los estrategas en la «rifa» que rige las tres últimas vueltas de selección. Sin embargo, existe otro tipo de «suerte», y esta tiene que ver con el nivel de aquellos elegidos para cambiar de camiseta.

Es muy pronto para establecer tendencias, pero llama la atención algunos discretos arranques con el madero, tal vez acordes con el inestable ritmo de juego que marca el campeonato. En este grupo estaría el guantanamero Julio Pablo Martínez, de 11-1 en el inicio de su nueva aventura con los Piratas pineros, aunque no es el único.

A él se suma el villaclareño Yeniet Pérez, quien también repite experiencia con Ciego de Ávila y no se había apuntado su primer hit en 12 turnos. Si seguimos mirando, encontramos a los ahora holguineros Yohandry Urgellés (8-0) y Yunier Mendoza (11-1), y además a Danger Guerrero (9-1) y Alexander Pozo (9-1), en un poco feliz estreno con Matanzas.

Casi todos los equipos experimentaron la tibieza de alguna de sus adquisiciones. Tal vez la excepción, en términos cuantitativos, fue el elenco vueltabajero, con sus refuerzos Andy Sarduy (10-3), Dennis Laza (11-4) y Yusniel Ibáñez (11-4), por encima de los .300 de average. Solo el villaclareño Lázaro Ramírez anda por debajo de esa barrera, pues ha conectado par de imparables en ocho veces al bate.

La lógica indica que en cualquier momento estos jugadores, de lo mejor que estuvo disponible para apuntalar a los candidatos al trono, comiencen a realizar efectivos ajustes. El objetivo manifiesto de reforzar las nóminas con peloteros de probada calidad es elevar el nivel de esta fase, y de hecho lo hacen, aunque subseries como la de Matanzas-Holguín, en la que se cometieron ¡12 errores! —a razón de cuatro por partido—, desaten mis dudas.

Confiemos en que todo se debe a la falta de calor.

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