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Si la selección masculina cubana de baloncesto cumple con los vaticinios en el torneo de repesca continental, la afición podrá verla jugar en el tabloncillo de la Ciudad Deportiva a partir de noviembre del próximo año, en la búsqueda de los cupos para la Copa del Mundo FIBA 2019.
En junio de 2017, el quinteto insular debe asegurarse su puesto en el nuevo sistema clasificatorio para la cita del orbe, cuando juegue contra Bahamas, Nicaragua, Chile, Paraguay y Bolivia, por cuatro plazas para completar los 16 equipos de la división A de América.
Con el propósito de valorar cómo contribuir al desarrollo del baloncesto en Cuba y explicar el nuevo sistema de competencias, concluyó ayer una visita a La Habana una delegación de FIBA, encabezada por José Luis Sáez, miembro del Buró Central de esa organización, que reconoció las potencialidades de Cuba para seguir avanzando en la práctica de este deporte.
A partir de noviembre de 2017 comenzará el clasificatorio continental para la Copa del Mundo que organizará China dos años después. Los 16 conjuntos serán distribuidos en cuatro grupos de cuatro y jugarán partidos de ida y vuelta.
Avanzarán tres por cada llave, que se reagruparán en dos apartados de seis, y se «arrastran» los resultados de la fase anterior. Los tres primeros y el mejor cuarto lugar ganarán los tiques para la justa universal, que en su próxima edición contará con 32 quintetos, ocho más que en las citas precedentes.
En conferencia de prensa, los directivos de la FIBA argumentaron que los cambios que paulatinamente ha estado introduciendo la entidad rectora del baloncesto en el mundo están orientados a garantizar un mayor espectáculo, aumentar la popularidad y disponer de más recursos financieros, y que solo se aplicarán, por ahora, en las justas masculinas.
Desde 1999, cuando se efectuó aquí el Centrobásquet, la afición cubana no ha podido disfrutar en vivo de su equipo masculino en un torneo oficial.
