Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cubano no pudo con el récord Guinness, por ahora

Félix se encaramó en su invento, pero no pudo pedalear por problemas técnicos de última hora que le impidieron tener un control absoluto de la bici

Autor:

Norland Rosendo

A pocos minutos de las 9:00 de la mañana, aparecieron por una de las calles que desembocan frente al Capitolio habanero, el hombre y su bicicleta gigante. Ayudándolo a transportarla y filmando todos los incidentes un grupo de colaboradores cubanos y extranjeros que inspiraban a Félix Ramón Guirola a imponer este jueves el récord Guinness de montar en la bici más alta del mundo.

Terminada de armar una hora antes con los últimos puntos de soldadura, la «jirafa metálica» tiene una altura de siete metros y medio, con lo cual supera en 1.34 metros a la del actual plusmarquista, el estadounidense Richie Trimble, quien viajó expresamente a La Habana para ayudar a Félix a poner a punto la bicicleta y presenciar el momento en que le rompía su récord.

Félix se encaramó en su invento, pero no pudo pedalear por problemas técnicos de última hora que le impidieron tener un control absoluto de la bici. Deberá hacer los ajustes necesarios en el tubo que enlaza el tenedor delantero con el timón para volver a intentar que le sea homologado lo que tanto añora, que su nombre aparezca en el libro Guinness de los récords.

Félix lamentó que no pueda lograrlo en presencia de Richie, quien retorna el sábado a Estados Unidos, pero le agradeció públicamente toda la ayuda brindada y reconoció la grandeza del norteño, quien vendió su auto para costearse el viaje a Cuba y poder traer las piezas que se requerían para concluir la bici de Félix.

Félix Ramón Guirola con el actual plusmarquista, el estadounidense Richie Trimble, ambos mirando el Juventud Rebelde de este jueves. Foto: Abel Rojas Barallobre

¿Pesa?. Foto: Abel Rojas Barallobre

Esta bici no es muy fácil de cargar. Foto: Abel Rojas Barallobre

Un poco de ayuda para sostener la alta bicicleta. Foto: Abel Rojas Barallobre

El timón «maldito». Foto: Abel Rojas Barallobre

Subió, pero no anduvo. Foto: Abel Rojas Barallobre

Foto: Abel Rojas Barallobre

 

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