23
La defensa ha sido uno de los aspectos más deslucidos en la actual temporada Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 10/05/2018 | 07:33 pm
De tanto decirlo ya es una verdad que nadie duda. Las series nacionales para menores de 23 años han ido en picada. En las gradas cada vez son menos y los números no inspiran aplausos. Causas y pretextos hay decenas, quizá más.
Además, este año varios prospectos de esa categoría han sido «ascendidos» a un entrenamiento superior, con visos de competencia, de donde saldrán integrantes de la selección cubana a Barranquilla y el equipo que jugará en el torneo de Harlem, Holanda.
Sin embargo, pocos cuestionan la necesidad de este campeonato, que debe recibir toda la ayuda posible para que no perezca. El béisbol cubano necesita de un desarrollo exponencial en el pensamiento táctico de técnicos y atletas, y esa es una edad ideal para pulir, corregir, preparar y brindarle a la serie nacional de élite jugadores que se parezcan a lo que se espera de ese evento supremo en Cuba.
Hoy les propongo varias estadísticas para que usted mismo las analice. Es verdad, leyéndolas, que la afición tiene razones para no seguir este campeonato con deleite. Pero los datos no hablan de una caída tan estrepitosa como alegan sus detractores acérrimos, aunque la relación de ponches por boleto es, literalmente, lo peor de todo: casi uno por uno.
Y si de pasaportes se trata, se augura que habrá récord en los intencionales. Cuando le faltan más de diez juegos a la ronda preliminar, ya se han mandado a 226 hombres para la inicial sin tirarle un lanzamiento, lo que supera la cantidad de 2014 (152) y a ese ritmo serán más que las 349 de 2016.
Buen béisbol no es. Más o menos, por los números, es semejante al de temporadas pasadas. Y mantenerse no resulta la mejor opción; hay que crecer.
