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Próximamente llegará el Juego de las Estrellas. Autor: Osvaldo Gutiérrez/ACN Publicado: 26/09/2018 | 06:44 pm

Los tres candidatos más fuertes para organizar el Juego de las Estrellas de esta temporada del béisbol cubano perdieron la última subserie. Santiago de Cuba fue barrido estrepitosamente por un Mayabeque que ya está metido de lleno en zona de comodines y puede seguir subiendo en la tabla; Holguín cayó par de partidos ante Sancti Spíritus y los Tigres avileños salvaron la honrilla en el duelo del adiós frente a Villa Clara.

Aunque este jueves debe definirse dónde se reunirán los estelares de ayer y hoy del 20 al 21 de octubre venidero, Ciego de Ávila, actual líder del campeonato, parece sacar una nariz de ventaja, apoyado en gran medida por el paso estable durante los dos tercios iniciales de la ronda preliminar.

Esa sacudida de Mayabeque dejó mal parado a Santiago de Cuba, un contendiente que está mejorando su estadio Guillermón Moncada, donde instalan pizarra nueva, y el comportamiento de los indómitos en la justa les otorgaba suficientes méritos para acoger la celebración de mitad del campeonato.

Qué bien le hubiese venido a Holguín doblegar al menos dos veces a los Gallos. Después de un arranque fatal con siete derrotas seguidas, los Cachorros lograron un saldo de 21 triunfos y solo siete fracasos en sus siguientes salidas para amanecer este jueves en el tercer puesto de una tabla que augura no pocos cambios en lo que queda de clasificatoria.

A Ciego parece que lo salva el liderazgo momentáneo a la hora en que decidan en el Inder el sacrosanto lugar. De confirmarse mi pronóstico sería la tercera vez que el José Ramón Cepero organice semejante jolgorio, pues la primera fue en 1998 y la última en 2007. En ambas ocasiones el equipo Orientales ganó.

Si en definitiva Holguín se alza con el visto bueno de los decisores, su afición viviría ese privilegio por segunda ocasión; Occidentales doblegó en 2002 a los del este en predios del Calixto García. Y si a fin de cuentas le toca al Guillermón Moncada, también sería su segunda vez. En 2008, también salieron airosos los estelares del oeste.

Si por el paso de los últimos días fuera, el eléctrico Mayabeque, un huracán que hubo momentos en que parecía un simple vientecillo que ni matas de plátano tumbaba, merecería ser la sede de esa reunión de luminarias. Sacaron el mejor balance de los últimos diez juegos, al vencer en ocho desafíos, la mitad de ellos de manera consecutiva, gracias al escobazo reciente ante las Avispas. Ese resultado los catapultó al sexto puesto, muy cerquita de la zona de privilegio que asegura pasaje directo al siguiente tramo. Pero en Mayabeque parece que no imaginaron esa reacción vigorosa de su equipo y dejaron engavetada su candidatura.

Un ojo a la Serie

A falta de tres subseries más los juegos suspendidos, quedan diez equipos con serias posibilidades de avanzar a la segunda ronda del campeonato. Incluso, esa decena puede potencialmente lograr uno de los cuatro cupos directos.

Ciego de Ávila (23-12) e Industriales (22-13) han tenido un torneo estable. Los primeros con uno de los elencos más balanceados de los 16 en la justa y los segundos a palo limpio literalmente, pues su pitcheo es de los más mediocres y su defensa tampoco ha estado muy hermética.

Igualmente me inclino por los Leñadores de Las Tunas (21-15) como uno de los equipos que se salten los veleidosos play off de comodines. Su experiencia de la temporada pasada para ganar  juegos decisivos y el restablecimiento de algunos lesionados podría favorecerlos en este final de tanta expectación.

Entre Villa Clara y Holguín podría estar el cuarto que respire hondo al concluir los 45 partidos de la ronda regular. Los Naranjas aupados por su pitcheo, el mejor de la serie, pero agonizando por el silencio de sus bates, y los Cachorros viviendo sin mucho alarde mediático una buena segunda parte de temporada, aplicando la sabermetría como pocos, lo que les ha dejado muy buenos dividendos competitivos.

Sin embargo, nadie tiene nada seguro. Ni los Tigres, que por ahora son los reyes de esta selva. Todo el mundo busca asegurarse al menos en puestos de comodines y a la par se sostiene la otra pelea, fiera igual, por los cuatro primeros asientos. Un resbalón puede costar mucho, y las estrategias han de diseñarse finas, finas. Nada de guardarse un pitcher o improvisar con jugadas. Una sola decisión desacertada puede definir entre quedarte y decir adiós. Y en tiempos así, quien juegue de manera conservadora está poniendo pie y medio en las gradas.

Los Piratas de La Isla han tenido también una reacción vigorosa y con cinco victorias consecutivas se han pegado al octavo escaño que comparten Artemisa y Sancti Spíritus. Aún con balance negativo, pero inspirados como están, los isleños pueden revivir viejas glorias que no son muy añejas que digamos y que tuvieron al mismísimo Ciego de Ávila asustado en la final de la serie 54.

Al otro sexteto no le doy más que el beneficio de las matemáticas. Puedo equivocarme, pues algo de tiempo queda. Sin embargo, ya cuando no tienen casi opciones los equipos se vuelven muy incómodos. No quisiera jamás enfrentar al pitcheo de Pinar del Río y menos si se incorpora Erly Casanova. Ni supongo que alguien en su sano juicio y buscando un boleto desee chocar con el matancero Yoanni Yera o con la batería menguada, pero peligrosa de Granma.

Por ahora, en medio de tanta expectativa, debe quedar despejada este jueves una sola duda, una solita: dónde caerán las estrellas en pelota este año. Sigo pensando que en Ciego de Ávila.

TABLA DE POSICIONES