Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Serie del Caribe, entre refuerzos y parches

Para la cercana cita beisbolera los Leñadores de Cuba se han armado hasta los dientes, recogiendo casi todo lo mejor disponible en el país

 

Autor:

Norland Rosendo

Buscando un título, no importa que sea de oro pálido, anda el béisbol cubano por estos tiempos, y la venidera Serie del Caribe se antoja una gran oportunidad para calmar esa inmensa sed de victoria.

Los Leñadores de Cuba se han armado hasta los dientes recogiendo casi todo lo mejor disponible en el país. Sus rivales, definidos ya, están tratando de conservar a la mayoría de sus jugadores, aunque no son pocos los que no quieren ir al torneo regional o no tienen permiso de sus organizaciones de la MLB.

Dos que estuvieron en las ediciones de 2017 y 2108, Carlos Benítez y Alfredo Despaigne (este último, único que ha participado en las cinco justas precedentes con las selecciones cubanas) coinciden en que los Leñadores son un elenco más fuerte que los anteriores.

«Todos los equipos presentados por Cuba han sido excelentes, pero Las Tunas estaba sólido cuando ganó la Serie Nacional y con los refuerzos se ve mucho más sólido aún, espero que este año podamos llevarnos la victoria, siempre hay que aprender de cada evento, de cada derrota; a la Serie del Caribe van atletas profesionales y cualquier equivocación cuesta un partido de pelota», opina Despaigne.

El slugger cubano debe estar feliz con el cambio de formato: dos grupos de tres equipos cada uno y se jugarán dos partidos contra cada rival, los líderes de cada llave discutirán el oro, sin semifinal. El anterior no le gustaba, porque le parecía injusto. «Cuando cogimos el campeonato con Pinar del Río en 2015 habíamos perdido tres juegos en la ronda preliminar, pero ganamos el cruce y la final; después con Granma fue al revés, terminamos de líderes en la clasificatoria y caímos en la semifinal. Creo que hubo exceso de confianza.

«Yo voy a aportar todo lo que pueda por el triunfo, no pienso en mis números personales, sino en la victoria colectiva. Eso lo he aprendido en el béisbol japonés, si todos tenemos esa mentalidad estaremos en mejores condiciones para ganar», enfatiza el gran toletero. 

Carlos Benítez participará en su tercera Serie del Caribe. Por primera vez vestirá un traje diferente al de los Alazanes. «Este equipo se ve un poquito más consolidado, más compacto que Granma, tenemos refuerzos que no estuvieron en las dos justas anteriores. El pitcheo está más profundo».

El camarero de las últimas selecciones nacionales dice que si los Leñadores se inspiran como en la postemporada cubana y se entregan igual que los Alazanes en 2017 y 2018 se puede lograr la victoria, pero advierte que hay que prepararse bien para el pitcheo, pues enfrentarán lanzadores con mucho oficio, que sacan de balance a los bateadores al mezclar la bola rápida con el cambio de velocidad. «Hay que saber hacer los ajustes», explica.

Mientras, el primer rival de Cuba, las Estrellas Orientales tampoco van con la banda completa que los llevó a ganar la Liga Dominicana (Lidom) después de 51 años. Pero son otras las razones. Por lo pronto tendrán 11 remplazos.

A las estrellas Fernando Tatis Jr. y José Sirí sus dueños de la MLB les dijeron «de Serie del Caribe nada, ni se embullen», y como el que paga manda... Tampoco harán el viaje los ligamayoristas Yasmani Tomás, Miguel Sanó y Robinson Canó. Sus huecos serán cubiertos, pero el equipo definitivo será cualitativamente inferior al que ganó la Lidom.

No muy diferente es el panorama en Puerto Rico, Venezuela y México, que estará representado por los Charros de Jalisco, reyes por primera vez en la Liga Mexicana del Pacífico.

Sin embargo, habrá buen béisbol en el Rod Carew, de Panamá. Basta con ese calificativo, ni más, ni menos.

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