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Herrumbre en la espada

En la urbe francesa, la tríada de espadachines cubanos conformada por Reynier Henríquez, Yunior Reytor y Luis Enrique Patterson no pasó del puesto 30 de 41

Autor:

Luis Autié Cantón

La Ciudad Luz, París, constató el fin de semana último que la esgrima masculina cubana no está pasando por su mejor momento. En la urbe francesa, la tríada de espadachines cubanos conformada por Reynier Henríquez, Yunior Reytor y Luis Enrique Patterson no pasó del puesto 30 de 41 en la tabla general por naciones de la Copa Mundial de Espada para hombres.

El único match victorioso para los nuestros fue en la ronda de 64, cuando superaron a la escuadra de Argelia (45- 27. Justo después cayeron categóricamente (45-24) frente a Rusia ocupante, a posteriori, del lugar nueve en la general. Suiza, Francia e Italia, por ese orden, fueron los habitantes del podio.

Los tres cubanos, se presentaron además en la lid individual, en donde obtuvieron resultados discretos. Para que tengan una idea, Reytor fue el mejor ubicado, en el puesto 102;  Henríquez ancló en el lugar 105 y Patterson aun más rezagado (145).

Resulta llamativo el mal desempeño de los nuestros en este certamen, toda vez que tanto Henríquez como Reytor y Patterson habían realizado a inicios de año una base de entrenamiento en tierra de los galos.

Ahora, pasada la tormenta, toca pensar en los eventos más importantes que se avecinan. En el horizonte cercano está el Campeonato Panamericano que se efectuará en Toronto, Canadá, del 26 de junio al 3 de julio.

Al país de la hoja de maple Cuba llevará representantes en las tres armas, lo cual brindará a los nuestros una gran oportunidad para foguearse con los principales atletas del área, pues unas semanas más tarde les tocará desenfundar en los Juegos Panamericanos de Lima (26 de julio-11 de agosto).

Si bien es cierto que la lid otorgará a los medallistas puntos en el camino hacia el boleto olímpico de Tokio 2020, creo que no sería correcto exigir demasiado.

Sobre lo que sucederá en tierras del norte, Jaine Hernández, jefe de entrenadores del equipo masculino de espada, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que en esa competencia la meta es al-canzar una presea individual y otra por equipos. Personalmente, no soy muy partidario a emitir ni a valorar pronósticos. Creo que, más allá de ir a los torneos a buscar una o dos o mil medallas, nuestros atletas deberían sacudirse la presión de competir con esa «espada de Damocles» sobre sus cabezas, el peso que representa saber que juegan, combaten, corren o nadan para colgarse al cuello un metal que «todos esperamos que traigan a la Patria».

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