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Suena el hacha tunera en victoria cubana (+Box Score)

Los muchachos de Anglada, jugando como home club, dejaron al campo sensacionalmente a los colegiales de Estados Unidos con marcador de 6-5

Autor:

Norland Rosendo

Cuando parecía que el equipo colegial de Estados Unidos le iba a asestar el cuarto golpe seguido a la escuadra de Rey Vicente Anglada, esta volteó espectacularmente el marcador con tres carreras en el noveno inning para dejar al campo a los norteños con protagonismo tunero: Yosvani Alarcón empujó el empate y Yunieski Larduet, en noche perfecta, remolcó la victoria.

Los anfitriones de la serie llegaron a la parte baja del último capítulo con ventaja de dos anotaciones, después que en su última oportunidad habían marcado la raya que parecía le daba tranquilidad ante un elenco insular que no había estado produciendo con eficacia en los partidos anteriores.

Pero los muchachos de la Isla, quienes ya habían dado muestras esa noche de su capacidad de reacción, empezaron impetuosos el inning después que Yordanis Samón, el mejor bateador cubano en el tope, fuera golpeado por un lanzamiento, pues llegó al home plate desde la inicial empujado por tubey de Carlos Benítez en conteo de 3-2.

Jorge Enrique Alomá se sacrificó para poner el empate en tercera, y en una decisión poco habitual, y que recuerda al antológico mentor Servio Borges, Anglada mandó al joven pitcher Pablo Luis Guillén a correr por Benítez, y en una jugada obvia, a Frederich Cepeda, de los bateadores cubanos de mejor disciplina históricamente en home y muy oportuno en situaciones estresantes, lo envió a empuñar por el joven Andrés Hernández, pero el estelar espirituano se dejó cantar el tercer strike. Lleva 14 en la gira (12 en la Can-Am y dos en el tope).

Le tocaba entonces a Yosvani Alarcón, quien a la inversa de Cepeda, suele irle rápido a los pitcheos, pero esta vez, en conteo de dos strikes sin bola, sonó imparable al jardín central para provocar el abrazo nuevamente.

Alarcón conectó el hit que empató el juego cuando faltaba un out. Foto: Phil Selig

A continuación, Yoelkis Guibert pegó otro hit que puso al veloz Alarcón en la intermedia, desde donde anotó fletado por su comprovinciano Yunieski Larduet, quien ligó su tercer incogible del juego.

Cuba había marcado su primera carrera en el inning de apertura, en piernas delpropio Larduet, que había comenzado con imparable, César Prieto lo llevó a segunda con sacrificio y después Raúl González y Samón conectaron sendos cohetes. Pero la alegría duró muy poco, pues en el segundo los colegiales norteños negociaron el abrazo ante el abridor Yosimar Cousín, a quien explotaron en el sexto al pegarle dos hits seguidos, uno de ellos jonrón de Spencer Torkelson, su segundo bambinazo en la serie.

En la parte baja de ese mismo episodio, como premonición del epílogo del juego, Raúl González sacudió un palo de vuelta completa con Larduet en los senderos, tras sonar doblete, para volver a empatar el marcador.

Y otra vez los estadounidenses ripostaron rápido. Después de dos outs, aprovecharon un boleto otorgado por Pedro Álvarez, el primer hombre llamado del bullpen cubano empleado, estafaron una base y sobrevino hit oportunísimo.

En la quinta carrera de los locales tuvo mucho que ver otra salida ineficaz del zurdo tunero Yudiel Rodríguez, quien embasó a los dos bateadores enfrentados, uno por hit y el siguiente por base por bolas. Frank Luis Medina, enviado como su rescatista, complicó más el panorama con un lanzamiento salvaje que adelantó un corredor, pero logró sacar los tres outs y que solo le marcaran una vez.

Lo demás, ya usted lo sabe.

Y entre los datos que pueden explicar de alguna manera una mejor productividad de los bateadores cubanos este viernes, aparece el hecho que solo generaron seis roletazos de out por el cuadro, a diferencia de los tres juegos anteriores en los que nunca «vendieron» menos de 13 outs por esa vía cada noche.

Sin embargo, esta vez el número de ponches fue mayor, 12, cuando en las salidas previas no habían llegado nunca a ocho. Ese dato puede tener otras lecturas; en el béisbol moderno poncharse no es tan malo como se juzgaba antes, pues cuando se buscan conexiones fuertes y largas ese es un riesgo.

Este sábado termina el tope, que ya ganaron los colegiales estadounidenses por quinta vez seguida con sus tres éxitos iniciales, pero los dirigidos por Anglada más que victorias, que siempre son buenas, especialmente en el plano sicológico, buscan entrenamiento, chocar con pitcheos sostenidos sobre las 94 MpH, que no son frecuentes en nuestros torneos nacionales, con miras a los inminentes Juegos Panamericanos de Lima, y esta es una oportunidad de lujo para cumplir ese objetivo.

Box Score del juego

 

 

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