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Darío Enrique Navarro Riquelme: Un acróbata sobre el tatami

Cuando surgieron los eventos deportivos en línea, un joven cienfueguero practicante de taekwondo se ganó titulares con sus excelentes presentaciones ante las cámaras. Hoy se mantiene expectante ante la idea de volver a competir de manera virtual

 

Autor:

Lianet Escobar Hernández

ERA marzo de 2020 cuando el nuevo coronavirus comenzó a extender su malévola red de enfermedad y muerte en el país y el mundo. Como era de suponer, aplicar los frenos a las rutinas habituales fue, en aquel momento, y lo sigue siendo hoy, la decisión más acertada. 

Con ello, el movimiento deportivo global detuvo su incansable marcha; sin embargo, la necesidad de acción hizo que nacieran iniciativas como los certámenes online, que, aún cuando no eran opción para la totalidad de los deportes, sí lograron aliviar la sed de competencias de muchas disciplinas. 

Entre esas afortunadas estuvo el taekwondo, específicamente la modalidad de poomsae o combate imaginario, la cual por nuestro país estuvo muy bien representada a nivel internacional, gracias al trabajo de un joven cienfueguero que, a sus 17 años, se ganó el mérito de ser considerado por la Federación cubana como el estandarte de este deporte en tiempos de Covid-19.

Su nombre es Darío Enrique Navarro Riquelme, un muchacho que se dejó cautivar desde temprana edad por un mundo de patadas y formas al que entró, según dice, gracias a la insistencia de su padre en que aprendiera a defenderse y a estar mejor preparado físicamente para la vida. 

«Siempre me encantó el poomsae, me cautivó desde el comienzo de las prácticas, aunque nunca renuncié a dedicarle tiempo a ambas modalidades de este arte marcial», comenta vía internet a JR.

El muchacho de la Perla del Sur era campeón de la primera categoría en su especialidad e, incluso, fue elegido mejor atleta en deportes de combate en 2018, pero al desatarse la pandemia, lejos estaba de imaginar cuánto cambiaría su manera de entrenar, de competir y de vivir. 

«Desde el inicio mi rutina fue bien estricta, no obstante, la primera semana fue todo un desafío el lograr adaptarme; mientras por un lado estaban las teleclases de mi grado que no podía descuidar, por el otro estaban mis entrenamientos y además, el tener que cuidarme para no contraer el virus. Por suerte pude aclimatarme rápido trabajando duro todo el tiempo. 

«Luego vino la noticia de que participaría de manera online en varios torneos, una buena nueva que me asombró y a la vez me puse contento con la idea, aun cuando sabía que me faltaban detalles por limar, pero con ayuda de mi entrenador se hicieron los ajustes adecuados y salió el resultado», manifestó Navarro Riquelme. 

Darío fue invitado a participar de manera gratuita en varias lides de este tipo durante todo 2020 y salió vencedor en el evento que acogió Argentina y fue bronce durante un torneo Abierto de Europa, un certamen fuerte y de gran calidad donde de ocho finalistas, solo él representó al continente americano, pues el resto de los atletas eran asiáticos. 

«Para mí siempre es y será un orgullo representar a mi país en certámenes tanto online como presenciales. No importa que hayamos tenido que sortear obstáculos ajenos a nosotros como el bloqueo que Estados Unidos le impone a Cuba y por cuya causa no pude participar en algunos eventos, incluyendo una final, pero siempre estuvo latente la motivación, el esfuerzo, el sacrificio y las ganas de triunfar. 

«Pienso que lo más importante de estas competencias fue que tuve la grandiosa oportunidad de darme a conocer a nivel mundial y con grandes demostraciones. Me emocionó el hecho de que a través de las redes sociales, muchísimas personas comentaron y compartieron mis videos argumentando la calidad y el nivel que veían en mis  presentaciones, algo beneficioso para el taekwondo cubano y para mí en el plano personal», expresó el joven antillano.

Una vez convertido en el rostro del poomsae de la Isla a nivel global, el chico vio abiertas las puertas para codearse desde lo virtual con grandes figuras de la modalidad, «a partir de entonces aumentó la responsabilidad, la disciplina, ahora es mayor el compromiso  conmigo mismo, con mi familia y con todas las personas que me apoyan y, sobre todo, con mi querida Patria, a quien se lo debo todo», confesó. 

Para este año el objetivo que persigue el taekwondo cubano de manera general es el de prepararse lo mejor posible para estar listos en caso de que se reinicie la competición presencial y, de no ser así, continuar combatiendo por preseas en eventos online

«También estamos enfrascados en el clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe. De lograrlo, el propósito sería entonces convertirme en campeón regional y la siguiente meta, aunque más lejana, es lograr un título mundial. Trabajamos duro para lograr este sueño», alegó Darío. 

Según asegura el talentoso atleta, su vida transcurre la mayor parte del tiempo sobre un tatami, sin embargo, fuera de este es un muchacho que gusta de la compañía familiar, del disfrute de los amigos y del baile, una pasión que por ahora guarda, en espera de momentos más felices. 

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