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Apuntar al centro de la diana

El tiro con arco cubano aspira a incluir al menos un representante en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1

Autor:

Eduardo Grenier Rodríguez

Hace sol en el campo de entrenamientos de la selección nacional de tiro con arco; un sol constante pero tenue. El frescor de la costa choca contra los parapetos, casi con la misma potencia con la que impactan las flechas una tras otra. Paf, paf, paf. El sonido apenas se escucha, mas los movimientos de los arqueros delatan el ajetreo mañanero. Y una y otra vez ese «paf, paf, paf».

Entrenan a toda máquina con las ilusiones fijadas en los retos venideros. Y no son desafíos menores, sobre todo para los integrantes de las preselecciones absolutas, quienes buscarán en marzo un cupo a los Juegos Olímpicos de Tokio. Dicha encomienda no será sencilla y tanto ellos como sus entrenadores lo saben bien.

Sin embargo, una luz les alumbra el camino, convertida en el 5to. lugar de Juan Carlos Stevens en la cita bajo los cinco aros de Beijing 2008. El ejemplo del santiaguero, todavía en activo, empuja a sus coequiperos.

«El objetivo es tratar de incluir en Tokio el máximo posible (que es un atleta en cada sexo), una meta bien difícil, pero realmente nosotros consideramos que es muy buen resultado», dice a propósito Vladimir Quintas, jefe de entrenadores de la selección nacional de esta disciplina.

Flechazos olímpicos

Si la voluntad otorgara boletos, los seis arqueros llamados a incursionar en el clasificatorio rumbo a Tokio, casi podrían dar por segura su presencia en el país nipón. Sin embargo, el deporte va de resultados y previamente deberán pujar en el certamen clasificatorio panamericano de la disciplina, a efectuarse en Monterrey, México, a fines de marzo.

El torneo tendrá características especiales. En el Mundial del deporte y en los Panamericanos de Lima 2019, ya se otorgaron plazas. Por ende, en el torneo de Monterrey estarán compitiendo por cupos los países que aún no tienen ninguno.

«En el sexo masculino es donde tenemos concentrado el mayor nivel, pues el nivel está un poco más parejo. Adrián Puentes tuvo un resultado maravilloso terminando el año, aunque encontraremos rivales de un mayor talento que en el femenino. De todas maneras, si bien la pelea es más dura, también nosotros tenemos más aristas a las cuales agarrarnos, y contamos además con la ventaja de que son arqueros con mucha experiencia», confiesa Quintas.

«En el femenino Elizabeth Rodríguez es una atleta que yo considero que su rendimiento y por el nivel al que se va a enfrentar (las mejores del área panamericana ya están clasificadas) tiene serias aspiraciones y confiamos muchísimo en lo que pueda hacer», añadió el técnico.

Matices «pandémicos»

«Nosotros nos reincorporamos después del año complicado que tuvimos a causa de la pandemia, que nos obligó a realizar una estrategia de trabajo atípica, logrando concentrar a los muchachos en provincias que en aquel momento tenían una situación un poco más controlada de la enfermedad.

«Ya una vez reunidos aquí en noviembre, lo que hicimos fue darle continuidad al plan y terminamos 2020 con un control evaluativo que arrojó resultados bastante positivos, sobre todo en el sexo masculino», asegura Vladimir Quintas.

La comisionada nacional de tiro con arco, Tamara Jiménez, ofrece pormenores sobre la ruta crítica a seguir en 2021.

«Además de la preparación rumbo al torneo clasificatorio a los Juegos Olímpicos, tenemos tres objetivos de trabajo: el Torneo Élite Nacional (que ya no debe efectuarse a causa de la situación epidemiológica del país), el evento clasificatorio en Medellín para los Panamericanos juveniles de Cali, así como el clasificatorio para los Centroamericanos y del Caribe».

Actualmente, aseguran, la preselección está compuesta por 16 atletas, ocho por cada sexo, además de una base de desarrollo de atletas que trabaja continuamente en Sancti Spíritus y que ha sido una fuente imprescindible de atletas para el equipo élite.

Los equipos principales para los compromisos internacionales de mayores deben quedar conformados de la siguiente manera: en el masculino, Juan Carlos Stevens, Adrián Puentes y Hugo Franco; mientras el femenino debe quedar integrado por Elizabeth Rodríguez, Maidenia Sarduy y Riacelis Fleitas.

La comisionada añadió que, en caso de una hipotética inclusión en la cita bajo los cinco aros, eso los llevaría a centrar sus miradas en la preparación de dicho atleta. Además, agregó que actualmente hay un competidor discapacitado que entrena en la provincia de Pinar del Río, Ariel Hernández, con vistas a incursionar en el clasificatorio de México.

En el caso del Panamericano de Cali, deben participar arqueros nacidos en 2001 o fechas posteriores.

«Partiendo de esta premisa, debemos elegir entre los que tenemos en ese rango y a partir de los resultados del clasificatorio. Hay nombres elementales como Juan José Santiesteban y Yailín Paredes, que actualmente son nuestras principales figuras de la categoría», explica Vladimir Quintas.

Yo quiero estar en Tokio

La presencia en la magna cita multideportiva representa la máxima aspiración de cualquier atleta. Elizabeth Rodríguez y Adrián Puentes, cuyas puntuaciones sobresalen entre los preseleccionados durante las pruebas realizadas por el colectivo técnico, constituyen ejemplos claros de ello.

Puentes comenta a JR que «el equipo masculino está en buen camino y la preparación ha sido buena. Yo aspiro a mantener las puntuaciones y espero que estas puedan dar la plaza que quiere el país, pues hasta el momento nos ubican en la élite de América, pero la competencia es diferente y allí debemos superarnos. Soy optimista».

Elizabeth, por su parte, confiesa que ser la principal esperanza de sus entrenadores representa una gran responsabilidad: «Para mí es un reto importantísimo, me siento en condiciones excelentes, el entrenador ha trabajado muy fuerte conmigo y con Maidenia Sarduy (la otra con serias posibilidades), además de que estamos haciendo cosas nuevas, relacionadas con los volúmenes de flechas y otros aspectos técnicos».

Obstáculos y realidades

«Tenemos una situación material bastante tensa, pues nuestros atletas están armados, pero nos sentimos al límite en muchos sentidos: parapetos, flechas… Tiene toda la lógica del mundo, pues si escaseaban antes de la pandemia, ahora es peor. Pero debemos sortear esto trazando estrategias, arreglando todo lo que se rompa y siendo optimistas», valora Quintas.

El campo donde entrenan actualmente fue rescatado por la Comisión, pues las condiciones climatológicas son más adecuadas y tiene la orientación requerida (sur–norte). Es una zona complicada por el aire, pero la construcción civil de la escuela Giraldo Córdova Cardín les cubre en cierta medida.

Reconoce el jefe de entrenadores que existe un retroceso en el deporte en cuanto a resultados, aunque no es uno tan grande, pues las puntuaciones suben cada año. Asimismo, refiere que el nivel de la disciplina ha mejorado en general, con todo y que ahora mismo no tengamos campeones centroamericanos ni panamericanos. «Esto depende de muchas cosas: sistema competitivo nacional, sistema competitivo internacional, además del problema de los recursos», aclara.

Sin embargo, añade Quintas, hay que resaltar el trabajo de entrenadores y directivos desde la base, quienes garantizan los relevos y mantienen vivo el deporte: «Por ahora lo que queremos es volver a participar un ciclo más en los Juegos Olímpicos, como venimos haciendo desde el año 2000», asegura optimista el avezado técnico.

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