Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La mujer cubana, columna vertebral de la comunidad rural

Cada vez es mayor el aporte de las cubanas a la seguridad alimentaria, como productoras directas de cultivos que sustituyen importaciones y aportan a la economía del país

Autor:

Laura Brunet Portela

 

Real Campiña, Cienfuegos.— No es posible un desarrollo rural sostenible en Cuba si no está sustentado en relaciones de equidad, ya no solo por cuestiones de justicia y derechos, sino también de prosperidad, valoró Marcelo Resende, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Cuba (FAO), en el acto nacional por los días internacionales de la Mujer Rural y de la Alimentación, que se conmemoran de forma respectiva este 15 y 16 de octubre.

En la celebración nacional —desarrollada en Cienfuegos—, Resende reconoció los logros del proyecto social cubano, que desde 1959 promueve la participación activa de todas las mujeres. En particular destacó la labor de la Mayor de las Antillas en la puesta en marcha de políticas públicas en favor de relaciones de género más equitativas.

Asimismo, significó el papel de la Federación de Mujeres Cubanas en defensa de sus derechos, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) como «articuladora de los desvelos de los campesinos y campesinas», y del Ministerio de la Agricultura, por la implementación de una estrategia de género de amplio alcance y con una visión sistémica del sector.

En cambio, «en pleno siglo XXI, En América Latina y el Caribe, las mujeres y el campo siguen padeciendo importantes desigualdades respecto a los hombres. Hoy ellas no pueden participar de igual manera en los cambios hacia el desarrollo sostenible», expresó Resende.

Como se evidenció en el acto nación, hoy para la nación cubana la atención a la mujer es una prioridad, y aunque en otras regiones del planeta ellas también hacen un importante aporte a la producción de alimentos, carecen de los recursos y derechos que la Revolución pondera y defiende para sus trabajadoras dedicadas a los cultivos varios, granos, hortalizas, vegetales, ganadería, la caña y el café.

Muestra de esa contribución de las mujeres rurales en los programas agroalimentarios que desarrolla el país es Cienfuegos, donde unas 365 se dedican al cultivo del arroz, en el polo productivo del municipio Aguada de Pasajeros. Ellas integran el Movimiento de los 100 000 quintales, que pretende que buena parte del grano blanco que se consuma en la provincia y el país provenga de tierra cubana.

La producción de alimentos no solo constituye la actividad fundamental de nuestro campesinado, es también un compromiso con el pueblo y la Revolución. A nosotros, hombres y mujeres del campo nos corresponde hacer producir la tierra ante las adversidades que se presenten, declaró Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP.

Igualmente, convocó a cumplir con objetividad los compromisos productivos y aportar cada vez más a la economía, ahorrar eficientemente los recursos y medios de los que disponemos, impulsar el autoabastecimiento territorial y aumentar los rubros exportables y los renglones que sustituyen importaciones.

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