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Llegaron temprano entre un mar de banderas, con los retos y el compromiso en ristre, y la intersección de Trinidad y Avenida de los Libertadores recobró el júbilo inusitado de aquel 2 de enero de 1959. Autor: Tomada de Radio Bayamo Publicado: 02/01/2021 | 09:04 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Llegaron temprano entre un mar de banderas, con los retos y el compromiso en ristre, y la intersección de Trinidad y Avenida de los Libertadores recobró el júbilo inusitado de aquel 2 de enero de 1959.
Con admiración les reconocieron los barbudos de entonces, satisfechos de palpar cómo en manos de los nuevos hay un futuro para la libertad, pues en magnífico renuevo generacional, la historia recobró brillo y la hermosa tradición patriótica se mantuvo, a pesar de los rigores de la pandemia.
Así, en otra fresca mañana de alegorías y entusiasmo, pioneros y jóvenes destacados, combatientes de la Revolución, dirigentes y una representación del pueblo santiaguero, en nombre de toda Cuba, evocaron la partida de la caravana que con Fidel al frente extendió aquella vez la alegría del triunfo desde Santiago hasta el resto del país.
«Seguiremos fieles a Raúl, a Díaz-Canel, a la Revolución y al socialismo», expresó el combatiente de la lucha clandestina y del Ejército Rebelde, Rafael Carlos Fong, a lo que la primera secretaria del Comité Provincial de la UJC, Geidys García Vaillant, ratificó: «Los jóvenes de la Ciudad Héroe de Cuba respaldamos la Revolución y no reconocemos otro Movimiento que el 26 de Julio».
Porque evocar el pasado es la mejor inspiración del presente, entre esos brazos y rostros imberbes estuvo también Fidel, líder eterno de aquella primera caravana, frente a cuya morada en el Sendero a los Padres Fundadores de la Nación, en el cementerio Santa Ifigenia, se detuvo el convoy para rendir tributo y saludar a los miembros del Comité Central del Partido Lázaro Expósito Canto y Beatriz Jhonson Urrutia, y al Héroe de la República de Cuba, Antonio Guerrero Rodríguez.
También en Bayamo rememoraron los momentos en que el jefe guerrillero llegó a la Ciudad Monumento Nacional para confirmar ante los ojos del mundo el triunfo de una Revolución destinada a consolidar la verdadera independencia del país.
