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Dentro de pocas semanas una de mis mejores amigas experimentará lo que ha sido para mí, la mayor emoción de mi vida como mujer: ser madre. Cuando su bebé nazca, habrán transcurrido para ella nueve meses irrepetibles.
Por ejemplo, mi amiga, en un próximo período de gestación, pudiera hacer algo que en esta oportunidad no pudo por cuestiones de salud: ejercitarse.
El desconocimiento de los beneficios de los ejercicios, la falta de orientación profesional y hasta la apatía propia de un estado que nos cambia tanto física como sicológicamente, pueden ser causas que alejen de nuestras mentes la idea de esforzar el cuerpo mientras cargamos nuestro bebé.
Mucha bibliografía consultada en la web advierte que durante esta etapa, la práctica de ejercicios mantiene a la mujer activa, además, varios estudios del tema se refieren a que con ellos se fortalecen y flexibilizan músculos y articulaciones que más trabajan durante el período gestacional. Se dice igualmente que la gimnasia mejora y acorta el trabajo de parto.
Los ejercicios profilácticos, recomendados por el sistema de salud cubano, fortalecen los músculos de la base pélvica, reducen los dolores generales y, entre otros beneficios, aumentan el bienestar sicológico, disminuyen la ansiedad, la depresión y el estrés.
Consejos necesarios
El primer paso es consultar a su médico, pues solo él podrá darle luz verde a sus intenciones y además recomendarle qué tipo de ejercicios realizar y con qué frecuencia.
El resto es «pan comido»: un lugar ventilado, ropa cómoda, agua fresca al alcance de la mano y estará lista, aunque debe tener en cuenta también que especialistas de la cultura física y los deportes recomiendan que antes de realizar cualquier rutina no es adecuado ingerir alimentos.
Igualmente proponen reposar entre cinco y siete minutos después de cada sección y empezar siempre por lo más fácil e ir aumentando el tiempo y las repeticiones, con una frecuencia de al menos dos veces por semana.
Es preciso entender que la mujer embarazada no debe realizar ejercicios de gran intensidad o rutinas que impliquen saltar, correr o trotar. Tampoco son recomendables aquellas prácticas que sean de equilibrio sin apoyo o que conlleven a realizar cambios bruscos de dirección.
En cambio, si padece una enfermedad renal o cardiaca, algún tipo de infección aguda; fue premiada con un embarazo múltiple, o presenta placenta previa, amenaza de aborto o sangrado vaginal, entonces usted no debe ni pensar en estirar los músculos, por su propio bien.
¿Por dónde comenzar?
Si no sabe cómo hacer ejercicios y por estar cumpliendo las medidas de distanciamiento social a causa del nuevo coronavirus no puede acercarse al área deportiva de su comunidad, le comento que existe una aplicación para dispositivos móviles llamada Cuba Activa y Saludable a la que puede acceder desde casa en la dirección online www.entumovil.cu.
Desarrollada por el grupo entuMovil de la empresa cubana Desoft y el Inder, propone nueve baterías de ejercicios entre los que destacan algunos para combatir el dolor en los pies, unos para hacerlos en parejas, algunas rutinas para ayudar con la respiración y otros para el relajamiento.
Una de las ventajas del uso de esta aplicación es que para cumplimentar los ejercicios solo se precisan materiales tan asequibles como una silla, toallas, útiles domésticos, una colcha o una pelota.
En momentos como estos, cuando la Covid-19 es razón de peso para permanecer en casa, nada es mejor que ocupar el tiempo libre ejercitando el cuerpo y distrayendo la mente. Hazlo por tu salud y la de tu futuro bebé.
