Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Datos beisboleros por partida doble

El manejo de datos estadísticos en la pelota cubana es un franco aporte al desarrollo de esa disciplina, más allá de las subjetividades que encierra esa profesión

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud Detrás de cada dato estadístico en el béisbol cubano, está la profesionalidad de quienes dedican la mayor parte de su tiempo (hasta el libre) para hacer perfectible los resultados de la pelota, tanto en el ámbito nacional, como internacional.

JR hoy acerca a sus lectores a los estadígrafos Ariel y Armando Iglesias Coto, más conocido como los Mellizos de la Isla, quienes ya desde los 9 años comenzaron a mostrar interés por la anotación y los «numeritos» gracias a Genaro Ramos, conocido de la familia y anotador oficial del Béisbol, «desde ese momento comenzó todo», dijeron.

Ariel y Armando nacieron a dos cuadras del estadio Cristóbal Labra y la primera incursión de ambos como anotadores fue en los campeonatos provinciales hasta la serie 37, cuando Armando se inscribe como Anotador Oficial y posteriormente lo hace Ariel en la 38, labor que desempeñan hasta la fecha a nivel nacional e internacional.

Ambos coinciden en señalar que las estadísticas revisten gran importancia porque permite, toda vez que se utilicen adecuadamente, organizar el juego, así como la conformación de line up inicial y la selección del lanzador abridor según el equipo a enfrentar, «con los datos, los directores pueden manejar mejor las fortalezas y debilidades de su equipo y las del contrario», aseguraron.

«Hemos tenido la dicha de trabajar con directores amantes de las estadísticas y han respetado nuestro trabajo, es el caso de Mandy Johnson, José L. Rodríguez Pantoja y Dioel Reyes, así como algunos entrenadores, pero debemos decir que en ocasiones, los resultados finales depende más del atleta que de la dirección.

«Decimos esto porque se aprecia falta de oficio y educación de muchos jugadores en relación con la sabermetría, pero cada vez que se nos escucha y se aplican las sugerencias, sobre todo en la Isla, se han visto los resultados», acotaron.

Tanto Ariel como Armando consideran que el manejo de los datos estadísticos por las direcciones de los equipos incide directamente, y de manera positiva si se hace bien, en la estrategia de juego para cada momento del partido, «es como el ajedrecista que tiene que pensar tres jugadas adelante para lograr posicionarse en el tablero, lo mismo ocurre en la pelota para decidir un relevista, bateador emergente y hasta los cambios de corredor y a la defensa», explicaron.

«Lo ideal sería que esta información (los datos estadísticos) no solo sean del conocimiento de la dirección, sino también del resto del equipo, así cada atleta conocería mejor donde están sus fortalezas y debilidades para perfeccionar su desempeño.

«El verdadero fruto de esta intención pudiera verse con las nuevas generaciones, los más veteranos se muestran renuente a estos cambios, un ejemplo es que le caen atrás al promedio de bateo y en realidad hay otros parámetros que hablan más sobre la calidad y rendimiento, como el OBP, OPS, Carreras Creadas y Carreras Producidas», dijeron.

«No es un trabajo fácil, requiere de conocimientos y concentración para no introducir errores que afecten el desempeño de los atletas y al mismo tiempo la toma de decisiones; no siempre es sonrisas, se viven momentos agradables y desagradables como todo en la vida.

«Los más felices han sido muchos: cuando fuimos convocados al curso internacional de anotación por la antigua IBAF hoy confederación Mundial de Béisbol y Sofball, cuando hemos sido convocados a los torneos internacionales (Copa Intercontinental, Preolímpico de la Américas, Campeonato Mundial Juvenil y Sub 23, así como cuando nos designaron para anotar el encuentro entre el Equipo Cuba y Tampa Bay en ocasión de la visita del ex presidente de EE.UU, Barack Obama.

«Y por último y más importante es que muchos colegas, periodistas y conocedores del béisbol nos reconozcan por nuestro trabajo; entre los más difíciles figuran cuando Carlos Yanes le propino No hit No run a Villa Clara, ya que en tu apreciación está en que un lanzador pueda lograr esta hazaña y a veces pasamos por cuestionamientos desagradables.

«Un ejemplo fue cuando Michel Enríquez implantó el récord de más hit para una serie (152) y hubo dirigentes del béisbol que pusieron en tela de juicio nuestras decisiones al respecto y por último es que el Anotador Oficial no sea visto con la importancia que encierra esta función, ya que un juego no es oficial si no existe el anotador, que a la vez es el que escribe la historia de las estadísticas», comentaron.

Ariel y Armando confiesan que se levantan todos los días pensando en cómo ayudar al béisbol, «no solo desde nuestro rol como anotadores y estadísticos, sino porque siempre nos preocupamos por estudiar las nuevas métricas que se utilizan en el Béisbol Internacional, para poder aportar ideas en aras de perfeccionar el nuestro a todos los niveles y aplicando las nuevas tecnologías en función del desarrollo del béisbol cubano.

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