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La policía israelí arresta, frente a su escuela en Jerusalén Este, a Ahmad Abu Sbitande, de 11 años. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:31 pm
TEL AVIV, junio 25.— El portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Chris Gunness, ha manifestado gran preocupación por las medidas punitivas de las autoridades de Tel Aviv contra los familiares de palestinos que han atacado a israelíes, informa este sábado PL.
Cientos de palestinos se encuentran sin techo o desplazados de sus lugares originales de residencia a causa de las demoliciones forzadas de sus hogares.
Ante tal contexto, el representante de la Unrwa expresó su preocupación por el rechazo del Tribunal Supremo de Israel para atender dos demandas hechas ante esa instancia legal por familiares de refugiados palestinos del campamento de Kalandia, cercano a Ramallah.
La planeada demolición responde, según las autoridades israelíes, a la participación de un miembro de esas familias en ataques con armas blancas contra dos civiles israelíes en la parte antigua de Jerusalén, en diciembre de 2015, los cuales fallecieron.
A las dos familias se les dió cinco días a partir del 14 de junio para evacuar sus inmuebles, sostuvo Gunness, quien refirió que actualmente esas personas permanecen en perpetua incertidumbre mientras esperan la implementación de la demolición punitiva que pude ocurrir en cualquier momento.
Estas destrucciones punitivas de hogares constituyen una práctica ilegal según la legislación internacional, y la ONU ha condenado repetidamente todos los ataques contra civiles israelíes o palestinos, recuerda el texto.
Sin embargo, el pasado mes de enero el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sostuvo que el reaccionar del pueblo palestino de manera violenta a 50 años de ocupación israelí, es parte de la «naturaleza humana», señala PL.
Las medidas adoptadas por las autoridades de Israel, acotó, fallan en abordar el profundo sentido de alienación y la desesperación que motiva a algunos palestinos (en sus acciones contra la ocupación), especialmente a los jóvenes.
Entre 2015 y 2016, recuerda la Unrwa en el comunicado, Israel realizó 30 demoliciones punitivas, dejando sin hogar 243 palestinos.
Muertos del conflicto
Estas demoliciones y conflictos diarios se suman a los miles de muertos que la hostilidad entre ambos estados ha dejado y continúa. La Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés) informó este viernes la muerte de 67 palestinos y dos mil 213 heridos en el 2016, víctimas de la represión y el uso excesivo de la fuerza por Israel en Cisjordania y la Franja de Gaza, según informa Telesur noticias.
El reciente informe sobre Protección de Civiles en los Territorios Ocupados indicaron que entre el 14 y el 20 de junio, uniformados de Tel Aviv asesinaron a una persona e hirieron a 31 en la Ribera Occidental, la mayor concentración de víctimas en lo que va de 2016.
Pese a las lesiones que se produjeron durante protestas, operaciones de búsqueda y captura, Israel mantuvo su política de colonización y actos hostiles, entre ellos la demolición de estructuras palestinas y la confiscación de suministros de agua y tractores.
Además de la violencia ejercida por los israelíes, los ocupantes destruyeron siete viviendas en la gobernación de Hebrón, bajo el argumento de la falta de permisos de construcción, por lo que provocaron el desplazamiento de 19 palestinos, incluyendo 12 niños.
Recientemente, las tropas israelíes abrieron fuego en al menos 22 ocasiones contra civiles en Gaza, que se aproximaron a las áreas de acceso restringido impuestas en mar y en tierra, incidente que no dejó víctimas.
La OCHA refleja en su reporte que hasta el 20 de junio, ocho israelíes murieron durante ataques con armas blancas por parte de palestinos.
Las Naciones Unidas insiste en la urgencia de que las partes se abstengan de alimentar el complejo escenario imperante, que aleja la reclamada a escala mundial solución de los dos Estados a pesar de considerar que la construcción de nuevos asentamientos por Israel en la ocupada Cisjordania constituye el principal obstáculo para encontrar una salida negociada a un conflicto extendido ya por varias décadas.
