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Altos funcionarios de la administración y de la campaña del presidente Donald Trump comienzan a tomar distancia del mandatario estadounidense, así lo afirmaron a la cadena CNN fuentes cercanas a la Casa Blanca.
Esto lo hacen como medida de autoprotección ante la posible derrota del gobernante en las elecciones, ya que los resultados en Pensilvania y Georgia indican que el presidente no hará realidad su sueño de reelección.
«Esto se acabó», afirmó un asesor clave, y añadió que existen temores sobre lo que hará Trump, más allá de si concede o no el triunfo a su rival demócrata, Joe Biden, quien tiene una ventaja sostenida en la contienda.
Según cálculos del diario The New York Times y The Washington Post, el aspirante de la fuerza azul asegura 253 de los 270 votos electorales necesarios para lograr el triunfo, mientras el mandatario posee 214.
Al asesor se le preguntó qué podría hacer Trump a continuación, y respondió que había varios funcionarios en la campaña y la mansión ejecutiva que hicieron gestos evidentes de desaprobación tras la letanía de declaraciones falsas del gobernante el jueves por la noche.
Algunos del equipo republicano, dijo el asesor, cuestionaron la decisión de Trump de enviar a sus hijos y al abogado Rudy Giuliani para hacer acusaciones infundadas de fraude electoral.
Esa medida probablemente hizo disminuir la credibilidad de las acusaciones de irregularidades por parte del mandatario.
El asesor dijo que Trump está en su derecho a impugnar los resultados de las elecciones, pero lo está haciendo exactamente de la manera incorrecta.
Otro consejero describió al jefe de la Oficina Oval cada vez más aislado en sus afirmaciones de supuesto robo de los comicios y fraude electoral. Está mayormente solo aquí, dijo el asesor sobre estas alegaciones.
Sin embargo, todavía hay algunos ayudantes y aliados alrededor del presidente que le dicen lo que él quiere escuchar, y esto mantendrá el drama en marcha, agregaron las fuentes.
Un punto de presión para Trump es que algunos en la administración comienzan a mirar hacia las elecciones de 2024, y por tanto miden su comportamiento en función de las ambiciones para el próximo ciclo de campaña.
(Con información de Prensa Latina)
