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WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó este viernes un nuevo proyecto de ley para reforzar su «cruzada contra el terrorismo», que promueve luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La medida lleva a cabo algunas recomendaciones de la comisión que investigó los atentados de hace casi seis años y autoriza más de 4 000 millones de dólares en concesiones para la seguridad de trenes, tránsito y buses, además entregar dinero para que las comunidades mejoren sus comunicaciones, afirma Reuters.
El proyecto exige la introducción, dentro de tres años, de un sistema de revisión de toda la carga subida a aviones de pasajeros. Dentro de cinco, todo cargamento destinado a Estados Unidos debe ser revisado antes de ser embarcado.
W. Bush había amenazado con vetar la legislación por una provisión que habría permitido derechos sindicales a cerca de 45 000 trabajadores de aeropuertos.
Los demócratas, para quienes el proyecto de ley era una prioridad importante desde que tomaron el control del Congreso el año pasado, se retractaron de esa exigencia. No obstante, aprobaron la semana pasada la legislación.
Los demócratas han presionado por el monitoreo de carga por años, argumentando que podría resguardar el ingreso encubierto de explosivos a Estados Unidos. Pero los opositores señalaban que inspeccionar el ciento por ciento de la carga era costoso e innecesario.
El proyecto surge al mismo tiempo que el Senado pone a prueba la amenaza de veto del presidente George W. Bush de una ley que asigna 35 000 millones de dólares a un programa médico de ayuda para niños pobres, dijo PL.
La víspera, los legisladores acogieron por 68 votos a favor y 31 en contra la Ley de Reautorización de Seguro Médico para Niños, un respaldo suficiente para desautorizar el veto presidencial.
El plan otorga los fondos por cinco años para el Programa Estatal de Seguro Médico Infantil y ampara a niños cuyas familias no ganan lo necesario para pagar seguros médicos privados.
Bush prometió que vetará la iniciativa por considerarla muy costosa y porque marcha en línea con la aspiración de los demócratas de alcanzar una cobertura médica universal.
