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NACIONES UNIDAS.— El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, comenzó este lunes en la ONU un programa de entrevistas previo al debate, en la Asamblea General, contra el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a la Isla, informó PL.
En la agenda oficial del Canciller cubano estaba fijada una entrevista con el presidente de ese órgano supremo de la ONU, el ex ministro macedonio del Exterior, Srgjan Kerim, además de consultas diplomáticas con estados miembros.
De acuerdo con el programa de la ONU, la Asamblea General se reunirá este día 30 para votar la resolución titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», que en 15 ocasiones consecutivas ha sido aprobada de modo contundente.
El proyecto de resolución circula desde hace días entre los 192 países miembros de las Naciones Unidas, en preparación de una nueva acción de rechazo mundial a esa medida, que las autoridades cubanas esperan sea, otra vez, abrumadora.
El documento está sustentado en un informe anual del secretario general de la organización internacional, Ban Ki-Moon, que recoge el desacuerdo con esa política genocida expresado por más de 120 países e instituciones, una cifra récord en comparación con los 98 registrados en 2006.
Senado mexicano condena el bloqueoPor su parte, el senado mexicano condenó este lunes por unanimidad el bloqueo norteamericano a Cuba y las recientes amenazas del presidente estadounidense George W. Bush contra la Isla.
El acuerdo fue adoptado a propuesta de la senadora Yeldekol Polevnskt, integrante de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), apoyada por el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT), señala PL.
El documento reitera su más enérgica condena al asedio impuesto unilateralmente por Estados Unidos contra el pueblo cubano y pide a la comunidad internacional que tome medidas definitivas encaminadas a garantizar su levantamiento.
Rechazó también la aplicación extraterritorial de las leyes así como todas las políticas coercitivas que inhiben el comercio y las buenas relaciones entre las naciones.
