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«Nosotros, el pueblo, decimos No a la agenda de Bush», reza la pancarta de un manifestante disfrazado de preso en Roma. Foto: Reuters ROMA .— El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegará este miércoles a Roma, en medio de fuertes medidas de seguridad y la preocupación por una manifestación convocada en contra de la visita del mandatario, que el martes participó en la Cumbre EE.UU.-Unión Europea, una cita de donde salieron nuevas amenazas contra Irán.
Las fuerzas del orden italianas, en colaboración con los servicios secretos estadounidenses, han elaborado un impresionante plan de seguridad que incluye itinerarios secretos y alternativos para los traslados de Bush por la ciudad, así como la constante vigilancia del espacio aéreo por parte de decenas de helicópteros.
Según EFE, la preocupación de las autoridades italianas ha aumentado ante la convocatoria por parte de partidos de izquierda y grupos antiglobalización de una manifestación que pasará por el centro de la ciudad y acabará cerca de la embajada de EE.UU., en protesta por la visita de Bush.
Los organizadores de la marcha aseguran que se trata de una iniciativa pacífica, pero que buscará «visibilidad» para que las razones de la protesta «no pasen imperceptiblemente».
Durante la jornada del miércoles, los jefes de Estado o Gobierno de la UE, y Bush —quien dijo que un Irán presuntamente dotado de armas atómicas sería «increíblemente peligroso»—, amenazaron con nuevas sanciones contra Teherán si no esclarece sus planes nucleares.
En una declaración conjunta adoptada en esta cumbre, la UE y Washington amenazaron a Teherán con sanciones adicionales: «Aplicaremos plenamente las tres series de sanciones comerciales y económicas ya adoptadas, y «estamos dispuestos a añadir medidas suplementarias», recalca el texto.
