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KANDAHAR, Afganistán.— Veinticinco afganos y un soldado canadiense murieron el sábado en un nuevo repunte de la violencia en Afganistán, precisamente el mismo día en que el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, visitaba por sorpresa el país, dijo AFP.
El soldado, la víctima mortal número 88 entre las tropas que Canadá envió a Afganistán desde 2002, falleció cuando un artefacto explotó mientras patrullaba en la provincia de Kandahar (sur). En el mismo territorio, cuatro policías murieron el sábado al estallar una bomba al paso de su vehículo, indicaron fuentes policiales.
Otro policía resultó herido en una explosión en el distrito de Maiwand, en un ataque reivindicado por los insurgentes talibanes, mientras que un atentado suicida en la carretera que va hasta la mayor base de la OTAN en la zona, causó dos heridos: un policía y un niño.
Varias víctimas de la violencia se registraron en la vecina provincia de Zabul, en la de Paktia (este), en Helmand (un verdadero bastión talibán en el sur) y en Ghazni (centro).
El recrudecimiento de las acciones de este tipo, que demuestran lo inútil de los esfuerzos de EE.UU. y la OTAN para pacificar el país centroasiático, invadido desde 2001, coincidió el sábado con el arribo del candidato presidencial demócrata, Barack Obama, a Kabul, interesado en conocer «la situación sobre el terreno».
Por razones de seguridad, Obama no había anunciado su visita a Afganistán, donde hay unos 36 000 soldados destacados.
El senador de Illinois, que se enfrentará al republicano John McCain en las elecciones de noviembre, dijo en una entrevista a The New York Times que EE.UU. que deberá desplegar más de 10 000 soldados suplementarios en Afganistán, porque «el frente central de la guerra contra el terrorismo no es Iraq, y nunca lo fue».
