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NOUAKCHOTT, Mauritania.— El denominado Alto Consejo de Estado que derrocó la víspera al presidente de Mauritania, Sidi Ould Cheikh Abdallahi, prometió este jueves convocar a elecciones en el más corto período de tiempo posible, aunque sin especificar una fecha exacta.
Durante ese período, el Consejo, presidido por el general Mohamed Uld Abdelaziz —hasta entonces comandante de la Guardia Presidencial y que había sido destituido por Abdallahi horas antes del golpe de Estado— asumirá la presidencia del país, y nombrará un nuevo Ejecutivo, informó EFE.
Según el comunicado trasmitido por los medios que se mantienen en servicio, los golpistas manifestaron su voluntad de «supervisar, en concertación con las instituciones, la clase política y la sociedad civil, la realización de elecciones presidenciales», reportó PL.
Igualmente afirma que los tratados y compromisos internacionales, así como las convenciones suscritas por Mauritania, serán respetados por la Junta Militar, que desde el miércoles mantiene bajo arresto al mandatario, a su primer ministro, Yahya Ould Ahmed Waghf, y a otros políticos.
No obstante, el comunicado sostiene que «el Parlamento y el conjunto de instituciones constitucionales y administrativas continuarán ejerciendo sus atribuciones, conforme a la Constitución y a las leyes y los reglamentos en vigor», dijo EFE.
Por su parte, tanto los partidos políticos como los consejos municipales, asociaciones y sindicatos legalmente constituidos mantendrán su actividad legal, así como que la «libertad de prensa, las otras libertades públicas e individuales y el orden público y la seguridad serán mantenidas y garantizadas», dice la declaración.
En tanto, según DPA, han sido nombrados nuevos directores para la radio y la televisión nacionales, acusadas de no informar sobre las actividades de los opositores durante el gobierno del partido Pacto Nacional para la Democracia y el Desarrollo, al que pertenece el mandatario derrocado.
Este jueves la capital permanecía en calma, aunque se observaba tensión por el vasto despliegue de militares con armamento pesado en diversas localidades, como persuasivo ante la posibilidad de alguna pequeña protesta callejera, comentó PL.
