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LA PAZ, agosto 22.— El referendo del pasado 10 de agosto en Bolivia, que puso a consulta pública la revocación o no del Presidente, el Vicepresidente y ocho de los nueve prefectos departamentales, definió la decisión de los bolivianos de apoyar los cambios socioeconómicos en los que está empeñado el gobierno de Evo Morales.
Computado el 99,99 por ciento de los sufragios, el «sí» para Evo y el vicepresidente Álvaro García Linera contó con 2 103 732 votos, mientras el «no» alcanzaba al 32,59 por ciento.
José Luis Exeni, presidente de la Corte Nacional Electoral (CNE) precisó que los resultados oficiales y finales de la consulta serán dados a conocer la próxima semana, pues fueron observadas tres mesas electorales de Oruro, una solucionó el problema encontrado y el próximo domingo se realizará nuevamente la votación en dos de ellas, según reportó PL.
El conteo confirmó la derrota de los prefectos de los departamentos de La Paz, José Luis Paredes, y de Cochabamba, Manfred Reyes; mientras que fueron ratificados Mario Virrerira, de Potosí; Luis Aguilar, de Oruro; Rubén Costas, de Santa Cruz; Ernesto Suárez, de Beni; Mario Cossío, de Tarija; y Leopoldo Fernández, de Pando. La prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, no se sometió a la consulta pues había sido elegida para esas funciones el pasado 29 de junio.
A pesar de que en tres de los departamentos opositores, el presidente fue revocado (Santa Cruz, Beni y Pando), obtuvo el favor de varias provincias de estos. Lo ratificaron todas las provincias de los departamentos de Potosí, La Paz y Oruro —plazas fuertes de su Movimiento al Socialismo—, e igual resultado hubo en Cochabamba.
En Chuquisaca fue ratificado en nueve de 10 provincias; y en cuanto a los departamentos de la Media Luna, que reivindican una autonomía que divida al país e impida el proceso de cambios en Bolivia, los resultados fueron alentadores para el primer presidente indígena, pues fue aprobado en cinco de seis provincias de Tarija; en Pando, en tres de cinco provincias; en Beni, en tres de seis provincias, y en Santa Cruz, en siete de 15 provincias.
Tras esos resultados adversos para sus intentos divisionistas, los prefectos iniciaron casi de inmediato otros planes golpistas; sin embargo, el paro de 24 horas convocado por la reacción solo fue apoyado parcialmente, y bajo fuertes presiones amedrentadoras, en las ciudades capitales de la Media Luna.
Un nuevo fracaso les llevó a otro paso, los ganaderos de Santa Cruz, Beni y Pando —informó ANSA— suspendieron este jueves sus envíos de carne a los mercados de la región andina (La Paz, Oruro y Potosí), en otro empeño por exigir que les den a los gobernadores de los departamentos opositores el recaudo del impuesto petrolero que el presidente Evo ha destinado a proyectos sociales de beneficio para los más desfavorecidos.
Pero el «bloqueo de carne» ya ha tenido su respuesta: la ministra de Desarrollo Agropecuario de Bolivia, Susana Rivero, dijo que esperaba que «los empresarios de verdad, los productivos y con responsabilidad social, no se dejen someter a este chantaje político», y el presidente de la Coordinadora de Integración y Organizaciones Económicas Campesinas de Bolivia (CIOEC), Primo Nina, en rueda de prensa, garantizó 120 000 cabezas de ganado para abastecer del producto al occidente, según publicó ABI.
