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SAN SALVADOR, marzo 13.— El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador afina ya los últimos detalles de una gran operación logística para garantizar la asistencia masiva de los más de 4,2 millones de salvadoreños convocados a las urnas el próximo domingo.
Una característica del sistema electoral es que en muchas ocasiones las personas deben recorrer grandes distancias para ejercer el sufragio, debido a la negativa de las autoridades de aprobar el voto domiciliar y en estas condiciones el transporte se convierte en un elemento clave para el éxito del evento, señaló Orestes Ortez, diputado electo del FMLN citado por PL.
Aunque el gobierno paga a los empresarios para que brinden el servicio de manera gratuita el día de los comicios, en ocasiones esto no se cumple totalmente y para ello, dijo, se implementó un plan nacional donde participan unos 10 000 militantes y colaboradores para movilizar a las personas tanto en la capital como en todos los departamentos, municipios y comunidades apartadas.
Mientras, la misión de observación de la Unión Europea (UE) para los comicios presidenciales salvadoreños expresó su preocupación por el «desequilibrio» en el apoyo de los medios y del Estado hacia uno de los dos candidatos en la contienda, aunque aclaró, sin precisar a cuál de los aspirantes se refería, que no ve indicios de un posible fraude.
Pero es evidente que alude al candidato por la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila, quien ostenta el poder sobre el aparato mediático salvadoreño.
Según el jefe de la misión de la UE, el español Luis Yáñez-Barnuevo, ese apoyo hacia uno de los dos contendientes se ha acentuado mucho en los últimos días. «Esperamos que en el futuro haya mayor equilibrio en los respaldos y en las críticas en uno y otro, para que la elección sea más justa y con más igualdad de oportunidades», apuntó.
Por su parte, el candidato del FMLN, Mauricio Funes, aplaudió la posición del Departamento de Estado de Estados Unidos de que respetará el resultado de las elecciones presidenciales del domingo.
En entrevista con la AP, celebró la decisión de Washington de mantenerse al margen del proceso electoral y «lo más importante, no hacer ninguna acción, ni dar ninguna declaración que pudiera inclinar deliberadamente la votación a favor de un partido u otro».
Agregó que esta declaración estadounidense desmiente versiones promulgadas por la derecha sobre la posibilidad de que se rompan las relaciones entre El Salvador y EE.UU., que el país norteño cancele el Programa Temporal de Residencia y Trabajo (TPS) para 240 000 salvadoreños que residen en Estados Unidos amparados por ese proceso, así como la posible obstaculización del envío de remesas, si el FMLN gana las elecciones presidenciales del 15 de marzo.
Señaló que las versiones al respecto divulgadas en el país han generado un clima de incertidumbre en muchos votantes que dependen de las remesas que le envían sus familiares desde Estados Unidos, porque creen que pueden perder sus trabajos y hasta deportarlos.
Mauricio Funes se perfila como gran favorito para ganar la presidencia sobre Rodrigo Ávila, de la oficialista (ARENA), y de llegar al poder, acabaría con 20 años de predominio de ese partido al frente del gobierno. El domingo vencerá quien logre mayoría simple, aunque esta sea de un solo voto.
