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CNN confirmó que el presidente de Honduras, Manuel Zelaya arribó a Nueva York donde tomará en unos minutos la tribuna de la Asamblea General de la ONU en medio de un abrumador respaldo internacional a su gobierno, desplazado del poder por un golpe de estado.
Zelaya fue invitado por el presidente de la Asamblea General, el diplomático y sacerdote católico nicaragüense Miguel D’Escoto, para que explicara la situación en Honduras luego del golpe de estado del domingo último.
Diplomáticos en la ONU no descartan que el mandatario hondureño aproveche la ocasión para agradecer la solidaridad mundial recibida después que militares golpistas lo secuestraron y lo sacaron del país a la fuerza con destino a Costa Rica.
Según el portavoz oficial Enrique Yeves, se espera que al concluir el discurso de Zelaya los miembros de la Asamblea General voten una resolución que demanda la restauración del orden democrático y constitucional en esa nación centroamericana.
Durante una sesión especial celebrada ayer lunes en la Asamblea General para tratar la grave crisis política en Honduras, la mayoría de los embajadores de países miembros demandaron la restitución pacífica del gobierno de Zelaya.
El presidente de la Asamblea General espera que los golpistas comprendan el mensaje que están recibiendo de la comunidad mundial, que permitan la reintegración del presidente Zelaya y que los militares regresen a sus cuarteles, dijo Yeves.
El mandatario hondureño también tiene previsto reunirse hoy con la prensa acreditada en la ONU para informar sobre los sucesos en torno al golpe de estado que lo desplazó del poder.
Tras permanecer poca horas en Costa Rica, el presidente Zelaya, se trasladó a Nicaragua a una cumbre de mandatarios miembros de distintos organismos multilaterales de América Latina quienes condenaron unánimemente el golpe militar contra el mandatario centroamericano y afirmaron que sólo reconocen como legítimo a su gobierno
En un comunicado difundido en la madrugada de este martes por la cadena televisiva multinacional Telesur, el mandatario dijo que las represiones del ejército hondureño contra el pueblo no favorecen el bienestar de la nación.
«Ustedes son de las entrañas de este pueblo (...) ustedes no deben de reprimirlo. Hay que abrirles las puertas, si quieren protestar que protesten (...) es mejor eso que un muerto», expresó.
«Regresen a sus cuarteles, por sus madres y por sus hijos, les habla el presidente constitucional del pueblo hondureño», dijo el mandatario.
Zelaya también hizo un llamado a su país a la calma y a la tranquilidad sin renunciar a la defensa de sus derechos, y pidió que lo acompañen el jueves en su regreso a Tegucigalpa, tal como lo anunció en Nicaragua.
«Usen métodos pacíficos de protestas, como las huelgas y mantenerse en desobediencia civil», recomendó al pueblo hondureño.
Dijo también que regresará «con el que a nadie engaña (Dios)». «Quiero que me acompañen los que quieran estar conmigo, y terminar mi mandato hasta el 27 de enero de 2010».
Asimismo advirtió al Congreso que no puede restringirle sus derechos constitucionales y señaló que cualquier atentado contra su vida será juzgado por la historia.
