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ROMA, noviembre 17.— Cuba responsabilizó este martes a los países ricos del hambre que padecen hoy más de mil millones de personas en un mundo que produce dos veces y media la cantidad suficiente para alimentar a la población, reportó PL.
En su discurso durante la segunda jornada de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria que tiene lugar en la capital italiana desde el lunes y hasta este miércoles, el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ulises Rosales del Toro, destacó que las grandes potencias deberían sonrojarse ante la alta cifra de hambrientos, pues los países desarrollados impusieron la liberalización comercial entre actores claramente desiguales, argumentó.
Provocaron la ruina de muchos pequeños productores del Sur y convirtieron en importadores netos de alimentos a territorios que antes se autoabastecían e incluso exportaban, puntualizó el también Ministro cubano de Agricultura.
Rosales del Toro también consideró que la esencia de la crisis radica en la desigual e injusta distribución de la riqueza a nivel global y en el papel monopólico de las grandes empresas transnacionales.
Comentó que adjudicar el problema a un consumo creciente de sectores de la población en determinados países en desarrollo con incremento económico acelerado, entraña un mensaje racista y discriminatorio. Se quiere ver como un conflicto que por primera vez millones de seres humanos tengan acceso a una alimentación digna y saludable, acotó.
Recordó que Cuba, donde concurren las mismas circunstancias en relación con el tema, es víctima además de un bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos, y señaló que es política y éticamente inaceptable utilizar a los alimentos como instrumento de presión.
Para concluir su intervención, Rosales del Toro citó las palabras premonitorias del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien el 16 de noviembre de 1996, en la misma sede de la FAO, expresó: Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma.
En tanto, el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, explicó que en el mundo se vive hoy una extraña y dolorosa paradoja, porque el número de hambrientos se incrementa dramáticamente cuando las grandes compañías productoras y exportadoras de alimentos aumentan su producción y sus ganancias, realidad que también fue denunciada por diversas ONGs y movimientos antiglobalización que participan en foros alternativos en esta ciudad.
En la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, convocada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha sido muy significativa la ausencia de los jefes de Estado y de Gobierno del G-8, con la excepción del premier italiano Silvio Berlusconi.
