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RAMALA, febrero 25.— Israel reforzó este jueves su presencia militar en la ciudad cisjordana de Hebrón y reprimió a personas que protestaron por la inclusión de sitios sagrados en la lista del patrimonio judío, mientras líderes palestinos consideraron inviables las negociaciones de paz, reportó PL.
Fuerzas militares israelíes patrullaron con vehículos blindados las calles de Hebrón, levantaron barricadas con bloques de concreto e impidieron la circulación a cientos de palestinos que defendieron con piedras y palos la integridad del territorio ocupado de Cisjordania.
Las protestas se iniciaron el pasado lunes, pero cobraron este jueves especial dimensión por coincidir con el aniversario 16 del ataque del colono judío de origen estadounidense Baruch Goldstein, contra musulmanes que rezaban en una mezquita en Hebrón, lo que causó 29 muertos.
Sin embargo, el móvil principal de la protesta palestina es la decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de añadir la Cueva de los Patriarcas y la Tumba de Raquel a la lista de 150 sitios arqueológicos e históricos que serán remozados.
En tanto, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) destacó que el ala extremista de derecha en el gobierno de Israel «está envenenando el clima» de las pláticas de paz y «trabajando para destruir cualquier paso serio que busque relanzar el proceso de paz. Si Netanyahu desea nuestros sitios sagrados, él no puede tener conversaciones de paz. Rechazaremos cualquier tipo de negociación, incluso indirecta».
A su vez, se convocó a manifestaciones masivas para el viernes, contra el ataque israelí al patrimonio palestino, mientras el Comité de la ONU sobre el ejercicio del derecho inalienable del pueblo palestino llamó a Tel Aviv a revocar esa acción, que «es una prueba más de que el gobierno resolvió afianzar su control sobre el territorio palestino ocupado».
