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SANTIAGO DE CHILE, agosto 19.— Los chilenos esperan expectantes hoy alguna buena noticia en relación con los mineros atrapados, luego del confirmado avance en las últimas horas de los trabajos de perforación en el yacimiento.
Según el ministro de Minería de Chile, Laurence Golborne, una de las nueve máquinas de sondaje alcanzó los 670 metros de profundidad, situándose a solo 40 metros del sitio donde se supone a los accidentados desde hace 14 días.
Mientras, el ingeniero al mando de las operaciones de rescate Andrés Sougarret precisó que concluida la perforación deberá asegurarse la zona e ingresar una sonda con una cámara de televisión, lo que podría tardar medio día.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, reiteró ayer que se está haciendo todo lo humanamente posible por rescatar con vida a los obreros, pero admitió que la tarea es compleja porque se trata de una mina llena de grietas y que ha sufrido muchos derrumbes. Esto no está solo en las manos nuestras, también está en las manos de Dios, expresó el mandatario.
De acuerdo con el diputado Lautaro Carmona, existen documentos públicos que daban cuenta del peligro que corrían los trabajadores de la colapsada mina, situada 800 kilómetros al norte de esta capital, cercana a la ciudad de Copiapó, región de Antofagasta.
El 9 de julio último a propósito de que un minero perdió una pierna, se hicieron las presentaciones a la Dirección de Trabajo, la que constató anomalías en el yacimiento, reveló el legislador del Partido Comunista.
Datos del Servicio General de Geología y Minería reflejan que en la última década murieron en Chile en hechos similares 373 trabajadores y 31 en lo que va de este año. Ante la magnitud de la tragedia en Copiapó, el jefe de Estado anunció esta semana una revisión y reforma de la legislación laboral chilena. Vamos a hacer una profunda reestructuración de todos los organismos que deben fiscalizar las condiciones de trabajo. No queremos que sigan ocurriendo accidentes como el de la mina San José, remarcó Piñera.
