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Daffa-Alla Elhag Ali Osman, embajador de Sudán. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
Para Daffa-Alla Elhag Ali Osman, embajador concurrente de Sudán, su primera estancia en Cuba ha sido un encuentro feliz con amigos, y una oportunidad de poder palpar con todos sus sentidos la pequeña Isla del Caribe a la que, a tantos miles de kilómetros, le preocupan la paz y el porvenir de sus amigos de África, al otro lado del Atlántico.
Elhag Ali Osman confiesa el enorme respeto que siente su pueblo y su Gobierno por Cuba. Muchos sudaneses se han preparado como profesionales aquí. Ese aporte a la formación de recursos humanos es, a su juicio, la mayor contribución que hace la Mayor de las Antillas al cumplimiento de las Metas del Milenio, trazadas por Naciones Unidas.
«Al contribuir al desarrollo de los recursos humanos, Cuba está ayudando a muchos países a salir de la pobreza, el analfabetismo, la insalubridad… También ha brindado sus médicos a África, América Latina y Asia. Cuando los pueblos cuentan con salud y educación, pueden crear el camino para el desarrollo sustentable», comenta Daffa-Alla Elhag Ali Osman en el lobby del Hotel Nacional, donde se hospedó durante su visita.
Para el diplomático africano, la mejor carta de presentación de Cuba es su lucha contra el colonialismo, y por la paz y la justicia en el mundo entero.
Entre los sectores de la cooperación, Daffa-Alla Elhag Ali Osman valora como uno de los más importantes la salud. Queremos aprovechar la experiencia de Cuba en la lucha contra la malaria, afirma, y agrega que su país también está muy interesado en ampliar los vínculos en la agricultura. Según el Embajador sudanés, el Ministro de Relaciones Exteriores de su nación planifica una visita a la Isla para analizar «cómo avanzar en las relaciones bilaterales».
La coincidencia de posiciones también se expande a la arena internacional, en escenarios como la Asamblea General de Naciones Unidas y diferentes organismos multilaterales. Sudán ha votado sistemáticamente a favor de la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, la misma potencia que castiga a ese Estado del norte de África con sanciones económicas. «Siempre estamos listos para apoyar a los cubanos», asegura.
Ambos países también han sido incluidos por Washington en su hipócrita lista de países terroristas.
«No es lógico. Si tu sistema político es diferente, entonces eres “terrorista”. Eso es injusto», comenta, al recordar que su Presidente está siendo acusado por la Corte Penal Internacional debido a presuntos delitos de genocidio en el conflicto de Darfur (oeste), cuando, a su juicio, Occidente quiere castigar a Omar Hassan Al-Bashir por adoptar una política diferente, al servicio de los intereses nacionales del pueblo sudanés.
«El Presidente y el Gobierno han dicho que están listos para resolver el problema en Darfur y buscar la paz duradera a través de las negociaciones, pero los rebeldes no nos ayudan, se niegan a dialogar. En el sur de Sudán tuvimos un conflicto similar y se resolvió por medio de la negociación. Queremos continuar esa ruta en Darfur. Hemos cooperado con la Unión Africana, la ONU, con la mediación de Qatar, en busca de una solución pacífica al conflicto, pero los rebeldes no son patrióticos; si lo fueran se sentaran a discutir».
Recientemente, el enviado estadounidense para Sudán, Princeton Lyman, se opuso al diálogo en Darfur. Para Daffa-Alla Elhag Ali Osman esa posición se explica porque se trata de «una región muy rica en recursos minerales, en la que muchos de los países poderosos están interesados».
Por eso, asegura, cuando intentan resolver problemas internos, tienen que enfrentar conflictos de intereses entre las grandes potencias, «muchas de las cuales no quieren que vivamos en paz y estabilidad».
