Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Patearon a un niño palestino…

Una educación para el odio se imparte en las escuelas israelíes y las consecuencias muestran la cara más fea del sionismo-fascismo

Autor:

Juana Carrasco Martín

El mensaje en Facebook de un adolescente israelí da escalofrío: «Eden Oreus (Gedera Regional High School): Channel 2, tú eres la basura del estado, todo respeto para el oficial de la Policía de Frontera y es una vergüenza que él no le puso una bala en la cabeza al videograbador hijo de puta que lo documentó».

Si esta hubiera sido la única nota quizá no fuera como para preocuparse; un individuo extremista, exaltado, fanático, intolerante, racista, fascista, puede encontrarse en cualquier parte, pero hay cientos de inscripciones como estas en la red social, como comentario a un suceso acontecido en Hebrón:

«Daniel Deri: Es una pena que no le aplastó la cara, el hijo de puta lanzó piedras. Yo quisiera que cada uno de los miembros de B’Tselem muriera, esa basura humana»… «Dan Malka: Esto debe hacérsele a cada uno de esos niños»… «Aviram Ezer: Como él crecerá para ser un terrorista, es una lástima que no lo mataron»…

El video que comentan estos muchachos muestra a soldados ocupantes israelíes en Hebrón pateando a un niño palestino, identificado como Abd al-Rahman Burgan, de nueve años, quien grita de dolor. El material fue puesto en la web hace poco más de una semana por B’Tselem y luego ampliamente reportado por los medios.

La reacción de los estudiantes secundaristas de Israel —porque Eden Oreus y los otros tres son apenas una muestra de cientos— fue de «orgullo y regocijo, y de incitación a la violencia y al asesinato», describe la página digital The electronic Intifada. Según Jessica Montell, directora de B’Tselem, las autoridades de la ocupación han abierto una investigación del incidente, aunque no hay ninguna esperanza de que los culpables sean castigados, tal y como ocurre con cualquiera de los diarios incidentes de este tipo en que la violencia contra los palestinos es apenas una rutina de los militares sionistas.

Sin embargo, Ali Abunimah, en The electronic Intifada, lejos de responder al odio con odio, destaca claramente que por supuesto hay israelíes que expresan vergüenza por los comentarios violentos y racistas, por eso —agrega— «en muchas ocasiones son denunciados como “izquierdistas”…». Al respecto hace mención de la página israelí en Facebook, 100 000 protestantes contra la ocupación (100,000 Protestors Against the Occupation), donde muchos condenan fuertemente los comentarios racistas y lamentan esos llamados a la violencia.

Expresan lo que aprenden

Recientemente, un reportaje de la televisora qatarí Al-jazeera, trataba un tema que da explicación a esta ola de odio expresada en Facebook por los estudiantes. Lo titularon Militarizando la educación en las escuelas israelíes, y comenzaba con esta pregunta: «¿Debe prevenirse que las niñas israelíes se asocien con palestinos?».

Esa interrogante forma parte y es respondida por una nueva guía de estudio para los exámenes cívicos en las escuelas de nivel medio de Israel, aprobada por el Ministerio de Educación que dirige Gideon Saar, un miembro del partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu, y que ha sido preparada por una compañía privada.

Como es una guía de estudio y examen, traen las respuestas afirmativas posibles y estas son los argumentos para la prohibición: «Los jóvenes árabes son una amenaza para las vidas de las muchachas judías» y «La relación entre jóvenes varones árabes y jóvenes judías hembras constituye una amenaza a la mayoría judía en el país».

Con solo esta muestra, se hace claro el basamento sionista de la guía, un pensamiento ideológico que tomó fuerza a partir del Congreso Sionista Mundial en Basilea, organizado por el austriaco Theodore Herzl en 1897, y donde en su discurso de apertura el Doctor Mandelstam proclamó: «Los judíos usarán toda su influencia y su poder para prevenir el levantamiento y la prosperidad de otras naciones y están resueltos para adherir esto a sus esperanzas históricas; es decir, a la conquista del poder mundial».

Mandelstam, profesor de la Universidad de Kiev, dijo al año siguiente en un nuevo Congreso Sionista: «Los judíos enérgicamente rechazan la idea de fusión con otras nacionalidades y se aferran firmemente a su esperanza histórica, es decir, el imperio mundial».

Por supuesto, una parte importante de los judíos de Israel y del mundo rechazan esas postulaciones de dominio, pero desde la formación del Estado de Israel, el sionismo se convirtió prácticamente en guía de ese Estado.

Desde la existencia del Estado de Israel en 1948, ha habido una vinculación sustancial entre los programas educacionales y los del ejército que fomentó el nacionalismo, una representación no científica del mundo, de los propios israelíes y de la situación política en el territorio que debió haber sido compartido con el pueblo palestino constituido en otro Estado.

Nurit Peled-Elhanan, un profesor israelí de la Universidad Hebrea de Jerusalén y autor del libro Palestina en los libros escolares israelíes: Ideología y propaganda en la educación, asegura que los textos escolares corresponden «a todas las categorías del discurso racista, tanto verbal como visual» cuando de forma negativa hacen «retratos estereotipados de los palestinos» —si es que ellos son mencionados— y mapas que no ilustran correctamente las fronteras de Israel, que censuran estrictamente sobre lo que los ciudadanos palestinos de Israel tienen permitido enseñar y aprender y que exacerban de nacionalismo extremo.

Enfatiza el profesor israelí sobre esos libros de texto: «El propósito es educar a los niños para que sean buenos soldados. Usted no puede ser un buen soldado si usted no tiene esa imagen de un enemigo que es una pequeña pieza imprecisa, y usted no sabe mucho sobre la gente, excepto que ellos son “problemas y amenazas”».

Ahora hay un nuevo programa conjunto educación-ejército, llamado Derekh Erekh (Camino de Valores) para estrechar esa alianza, considerada deber, y en el cual los maestros son reclutadores, tal y como asevera el ministro Gideon Saar, quien tiene planificado implementarlo en miles de escuelas en todo el país con un presupuesto anual de 76 854 dólares, reportaba Al-jazeera.

El sistema educacional reforzará esos conceptos de violencia que imponen las llamadas Fuerzas de Defensa de Israel cuando se trata de reprimir a los palestinos, incluidos niños y niñas, como sucedió en Hebrón con Abd al-Rahman Burgan, golpeado y amedrentado en sus nueve añitos de vida, y ya se sabe que no ha sido esta la primera vez, convertido en víctima de «los valores» que se enseñan y aprenden en las escuelas y en las barracas militares de Israel.

Y nuevamente, aquellos hombres y mujeres de Israel que se nieguen a participar en tamaña aberración, sufren el castigo correspondiente o son amenazados, incluso de muerte.

Sahar Vardi, miembro de la organización feminista New Profile, la cual lucha por la desmilitarización de la sociedad israelí —ella misma rehusó entrar en el servicio militar obligatorio en el año 2008, que reclama por igual a hombres y a mujeres—, asegura que el sistema de educación enseña que «lo que el ejército hace está bien, es correcto, y que la violencia es una forma legítima de resolver los problemas. No solamente es legítimo, sino que es promovido por la sociedad».

Sencillamente eso fue lo que se expresó en los comentarios de Facebook de los muchachos de la enseñanza media.

En el programa de militarización de la enseñanza del ministro Gideon Saar, están las visitas de los estudiantes a los asentamientos judíos para mostrarles, dijo, «las raíces históricas del Estado de Israel en la Tierra de Israel».

Ello incluye a Hebrón, donde viven 200 000 palestinos, la mayor población en la Franja Occidental, territorio ocupado por Israel, y hay insertados en el corazón de esa ciudad 500 colonos judíos que son protegidos por los soldados y la policía israelí. Por tanto, los palestinos están sometidos a fuertes restricciones de sus movimientos, han perdido el acceso a los más importantes centros comerciales y económicos y son sometidos a frecuentes arrestos y actos de violencia.

¿En la era sion-nazi?

En marzo del pasado año, se dio a conocer un estudio sobre cómo piensan los adolescentes en Israel. La Fundación Friedrich Ebert, que realizó la investigación, encontró que el 46 por ciento de los 1 600 muchachos de dos grupos que participaron en la encuesta, de entre 15-18 años de edad y de 21-24 años, apoyan la revocación de los derechos básicos de los árabes-israelíes.

Recordemos que la población del Estado de Israel está integrada por los propiamente israelíes o judíos, de cualquier parte del mundo donde procedan y sin importar en qué momento retornaron a Israel, y los árabes originarios de ese territorio.

Una información sobre la investigación de la fundación alemana, aparecida en NovaNews, subtitulaba: «Así es cómo en la Alemania después de 1933 comenzaron la era nazi», y esa es la preocupación hacia el resultado de la encuesta que se enfocó en temas como el nacionalismo, la democracia y las actitudes hacia las instituciones del Estado.

Resultó que la adolescencia israelí de ahora es más del ala derecha; así se describió el 62 por ciento, y patriota o nacionalista, cree menos en la democracia, está inclinada a la violencia, es más racista y le da poca esperanza a la paz…

Se agrega en ese estudio de la juventud que en su mayoría piensa que la gran amenaza es el conflicto árabe-judío y su mayor confianza está en las Fuerzas de Defensa de Israel, es decir la institución militar, que obtuvo el 93 por ciento de aceptación. El 60 por ciento prefiere «un liderazgo fuerte» antes que el dominio de la ley.

¿Qué sienten cuando piensan en los árabes?: el 25 por ciento respondió «odio» y el 12 por ciento dijo «miedo».

Así vemos el reciclaje de un pensamiento de dominio imperial que es base de la política belicista de Israel en la región, y que busca explícitamente cumplir los fundamentos expresados por el sionismo en su temprana génesis: el imperio mundial.

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