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MOSCÚ, agosto 3.— Una delegación del gobierno sirio trató hoy con las autoridades rusas el suministro de ayuda financiera y acordó el envío de petróleo a la nación levantina, informaron aquí ministros sirios.
El titular de Finanzas, Mujammed Zhleiliati, indicó que Moscú prometió analizar el pedido de Damasco, mientras su colega a cargo de la esfera petrolera, Said Theidi, afirmó que se llegó a un arreglo para la entrega de crudo.
«Nosotros alcanzamos un acuerdo en ese sentido. Ahora analizamos como llevar a la práctica los envíos», comentó Theidi en esta capital.
Por su lado, el viceprimer ministro sirio para asuntos económicos, Kadri Jaimil, rechazó la tesis sostenida por las potencias occidentales de que con la renuncia del presidente Bashar Al Assad se resuelva la crisis en su país.
«Supongamos que se produce la dimisión (de Al Assad), pero, ¿qué pasará después?», se preguntó el vicejefe de Gobierno.
Las partes enfrentadas no logran conciliar ni siquiera los temas para iniciar el diálogo o sentarse a la mesa de negociaciones, apuntó.
Occidente tiene una posición hipócrita y tampoco contribuye a la creación de condiciones para el diálogo, denunció Theidi.
El nuevo gobierno sirio con participación de miembros de la oposición moderada constituiría la verdadera creación de un órgano transitorio de dirección, pues los extremistas no estarán representados, aclaró el funcionario sirio.
Las ilegales sanciones económicas unilaterales impuestas a Siria afectan no solo a su moneda nacional (la libra), sino a todo su pueblo, y es imposible que Occidente lo desconozca, pero aún así continúa con esa política, destacó el viceprimer ministro.
Asimismo, el vicetitular sirio del Exterior, Abdel Fatal Amura, lamentó que Occidente incumpliera sus compromisos emanados del comunicado de la conferencia de Ginebra, efectuada el 30 de junio, referido a un consenso para una salida pacífica de la crisis.
Los estados occidentales desconocieron el referido documento. La solución al diferendo sirio debe alcanzarse mediante una solución política y nunca por la vía del ultimátum, afirmó Amura.
