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Italia también fue sacudida por la huelga contra la política de recortes del primer ministro Mario Monti. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
MADRID, noviembre 14.— Millones de trabajadores de la Unión Europea (UE) se unieron este miércoles en una masiva jornada de protesta contra el desempleo y las políticas de recortes, con manifestaciones y huelgas que barrieron el continente y concluyeron con violentas represiones policiales en España, Portugal e Italia, que dejaron decenas de heridos y detenidos.
La jornada de acción, convocada por la Confederación de Sindicatos Europeos (CES), ha sido la primera en hacer coincidir dos huelgas generales en sendos Estados miembros de la UE —España y Portugal—, con paros parciales en Grecia, Italia y Reino Unido, y manifestaciones, huelgas sectoriales y otras acciones en prácticamente toda la UE.
España marcó el comienzo del segundo paro general —en solo 11 meses de mandato—, contra el Gobierno conservador de Mariano Rajoy y sus drásticos recortes, que asfixian a una nación que vive hoy una de las más alarmantes crisis económicas de la historia, reportó EFE.
La jornada, que culminó con una gran manifestación en Madrid, fue fuertemente reprimida por la policía y dejó 118 detenidos y 74 heridos. En las capitalinas Gran Vía y Plaza de Cibeles, la policía cargó en varias ocasiones con porras y pelotas de goma contra huelguistas que habían cortado el tráfico.
No obstante, los dos grandes sindicatos, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), calificaron de exitoso el paro, en el que participaron un 76,7 por ciento de los trabajadores, casi 9,2 millones de asalariados en un país que tiene ya casi 5,8 millones de desempleados: un índice que supera, por primera vez en su historia, la tasa del 25 por ciento de la población activa, reportó DPA. El Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, y otras fuerzas parlamentarias de izquierda también apoyaron la huelga.
La gran industria paró de forma masiva. El seguimiento fue también muy alto en el transporte y según describieron medios de prensa hubo cancelaciones de vuelos y retrasos, vagones a rebosar en los metros de Madrid y Barcelona y andenes llenos en las estaciones de ferrocarril, mientras también se sintió en el sector de la construcción.
«Estamos profundamente agradecidos a los trabajadores que han seguido la huelga, en una situación tan difícil. Exigimos un cambio rotundo de las políticas del Gobierno; si no, nos llevarán al precipicio», manifestó el líder de UGT, Cándido Méndez.
Según EFE, nunca antes un mismo ejecutivo había sufrido en España dos huelgas generales de 24 horas. La primera a la que se enfrentó Rajoy fue la del 29 de marzo contra su controvertida reforma laboral.
Mientras, en Lisboa, la manifestación de este miércoles fue una de las 38 organizadas por todo el país y constituyó uno de los mayores paros protagonizados en la nación, según la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP). La medida reunió a varios miles de personas frente al legislativo, donde hubo escenas de violencia y cientos de policías arremetieron contra manifestantes a golpe de porras y con perros.
El secretario general de la CGTP, Armenio Carlos, afirmó que el seguimiento del paro demostró con claridad el descontento con las medidas de austeridad del primer ministro conservador, Pedro Passos Coelho. Al propio tiempo anunció nuevas acciones de protesta y emplazó al presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, a que tenga «el coraje» de vetar los presupuestos del Estado para 2013, que recogen nuevos recortes del gasto público para cumplir las condiciones del rescate financiero.
Italia, dijo ANSA, también fue sacudida por la huelga en ciudades como Roma, Turín, Florencia, Brescia y Pisa, entre otras, acción que provocó la reacción de la policía y dejó un balance de numerosos heridos. La policia usó gases y bastones de goma.
Bruselas, Londres, Dublín, entre otras ciudades europeas, se unieron también a la protesta europea contra el desempleo y las políticas de recortes. Ante las protestas, las instituciones y los gobiernos de la UE subrayaron su supuesta sensibilidad hacia las preocupaciones de los ciudadanos, pero dejaron claro el mensaje de que sigue siendo improbable que estas acciones fuercen un cambio en las estrategias de recortes de los gobiernos europeos, que siguen los dictados de la troika integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI.
