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El comandante Iván Márquez jefe de la delegación negociadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) hace su entrada al Palacio de las Convenciones de la Habana, Cuba para la reanudación de la mesa de conversaciones con el gobierno colombiano. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
Los representantes del Gobierno de Juan Manuel Santos y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC-EP) reanudaron este martes sus conversaciones en La Habana con el saludo de la guerrilla a los participantes del foro Política de Desarrollo Agrario Integral (Enfoque Territorial), que tiene lugar desde la víspera en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, de la capital colombiana.
Unas 1 200 personas toman parte del encuentro bogotano surgido, justamente, con la idea de nutrir con las opiniones que de él emanen la mesa de diálogo, que tiene en la política agraria el primer punto de su agenda y donde ambas partes han destacado como necesaria la participación, con sus criterios, de la ciudadanía.
En un comunicado leído a la prensa por el representante de las FARC-EP, Iván Márquez, la guerrilla reiteró la importancia que concede a la opinión del pueblo y sus organizaciones sociales en torno a este tema, que considera «el problema nodal», y de cuya solución, dice, depende el conflicto de Colombia.
El mensaje responsabiliza a la estructura latifundista de la tenencia de la tierra como causa fundamental de la miseria en el campo colombiano y de «la confrontación que desangra a Colombia», y se pronuncia porque «las riquezas naturales de la nación sean para resolver los graves problemas sociales que abaten al país y no el botín de la piratería internacional».
Las FARC-EP recordaron que hay seis millones de desplazados y destacan la urgencia de devolver al pueblo los más de siete millones de hectáreas que les fueron «arrebatados a sangre y fuego» por el terrorismo de Estado.
En ese sentido, la guerrilla se identifica con las Unidades Agrícolas Familiares y por el fortalecimiento de la pequeña y mediana propiedad rural en beneficio de una economía soberana, al tiempo que demanda que los procesos de restitución, redistribución y formalización de la tierra para los despojados se den sin dilaciones y «conduzcan a otra etapa de acumulación por vía legal».
Como viene ocurriendo, la delegación del Gobierno, presidida por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, saludó a la prensa a su llegada a la sede del diálogo, pero no brindó declaraciones.
Este miércoles se cumple un mes de la instalación en la capital cubana de la mesa de conversaciones en búsqueda de la paz en Colombia, luego de su apertura formal en Oslo, Noruega, en octubre.
Según ha trascendido, los resultados que emerjan del Foro Agrario en Bogotá —convocado y organizado por el Centro de Pensamiento y Seguimiento al proceso de paz de la Universidad Nacional de Colombia y por la oficina de las Naciones Unidas en ese país— llegarán en enero a la mesa, que ya tiene en su poder 2 760 propuestas emanadas de diversos sectores de la sociedad civil.
Como contribución a la participación ciudadana en las conversaciones, las denominadas comisiones de paz del Congreso colombiano presentaron el pasado 8 de diciembre dichas propuestas, formuladas en nueve mesas regionales durante varios meses de sesiones.
Según se ha divulgado, en ellas tomaron parte 2 990 personas y 1 333 organizaciones sociales, con 87 relatorías.
