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Al menos cinco muertos y 35 heridos fue el saldo que dejó este domingo el descarrilamiento de un tren de carga en el municipio mexicano de Huimanguillo (Tabasco, sureste) en el que se trasladaban unos tres centenares de indocumentados de manera clandestina.
La corresponsal de Telesur en México, Paula Mónaco, reportó que el accidente ocurrió a las 03H00 de la madrugada (08HGMT), cuando el tren, apodado «La Bestia», se salió de los rieles.
«El descarrilamiento ocurrió en una zona donde ni siquiera los rescatistas han podido acceder, sin embargo, están haciendo lo posible para prestar sus labores de rescate», dijo la periodista y agregó que «aún hay personas atrapadas en el tren».
Protección Civil indicó que a primera instancia la cifra oficial de fallecidos eran cuatro personas, pero se estima que la cifra aumentará mientras continúen las labores de rescate.
La Policía municipal señaló que aún hay personas que se encuentran atrapadas entre los hierros del tren y la prensa mexicana señaló una cifra extraoficial de 50 fallecidos, pero esta última no ha sido confirmada.
Los informes iniciales indican que la causa del siniestro pudo haber sido el exceso de velocidad combinado con la lluvia; no obstante, persisten las investigaciones.
El coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente, dijo a los medios locales que 16 de los heridos se encuentran en estado grave y agregó que las autoridades no han dado a conocer la identidad ni nacionalidad de las víctimas.
Travesía ilegal
Tabasco es un estado fronterizo con Guatemala y punto de ingreso diario de entre 300 y 400 migrantes centroamericanos que llegan a México con el objetivo de lograr ingresar a Estados Unidos.
El viaje rumbo a la frontera con Estados Unidos lo hacen en «La Bestia», al que se montan de manera ilegal y corriendo el peligro de sufrir accidentes en el tren, en el que han perdido extremidades varios migrantes debido a las caídas.
Los migrantes que logran subir al tren viajan en el techo de los vagones o en los cajones, donde muchas veces son víctimas de robo o extorsiones.
Las estaciones donde se agrupan los migrantes para subir a «La Bestia» se han convertido en zonas de amenaza para los migrantes, que son víctimas de diversos delitos, entre ellos el reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado.
